El
diseño del examen MIR y el
contexto en el que se presenta
afecta de forma distinta a hombres y a mujeres. Dejar preguntas en blanco, la competitividad entre aspirantes o el hecho de tener que repetir la prueba cala de forma más negativa en las examinadas. Prueba de ello es el informe 'La brecha de género en los exámenes de acceso: el caso del MIR, y qué podemos hacer para reducirla', publicado por Esade, que asegura que las mujeres
"dejan un 5 por ciento más de preguntas sin responder".
"Hay una
mayor propensión de las mujeres a dejar preguntas en blanco, prefiriendo la no respuesta a arriesgarse a descartar algunas de las opciones en el test, con la consiguiente penalización", señala el análisis sobre las
diferencias entre hombres y mujeres en el MIR.
No solo el miedo a responder preguntas por la presión,
cuanto más competitiva es la prueba (es decir, cuantos más candidatos hay por cada plaza disponible),
peores suelen ser los resultados en el MIR para las mujeres en comparación con los hombres, "especialmente entre los candidatos con mejores resultados". Esade registra que, en los periodos donde la competitividad ha sido más alta, la brecha de género "ha sido mayor".
La tercera consideración que realiza el estudio pone el foco en los
repetidores del examen, que suponen el 22 por ciento de los candidatos. "Se muestra que, aunque tanto hombres como mujeres reducen en igual medida sus errores al repetir, las mujeres tienden a responder menos preguntas, lo cual provoca que su nota aumente menos", explica.
"Las mujeres dejan un 5 por ciento más de preguntas en blanco sin responder en el examen MIR"
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Diferencias que bajan entre 500 y 600 puestos MIR a las mujeres
Esta diferencia de notas en el examen (entre las más bajas, las mujeres obtienen algo más de 2 puntos por encima que los hombres, pero en los puestos más altos, los hombres pasan a tener
hasta tres puntos más), equivale a una
diferencia de entre 500 y 600 posiciones en el ranking.
Tanto hombres como mujeres
llegan prácticamente en las mismas condiciones al examen MIR. Con los datos de 2022, las mujeres se presentaron con una
media de expediente académico de 7,6, los hombres lo hicieron con un expediente académico de 7,5. Sin embargo, el estudio recoge que aunque las mujeres representaron el 65 por ciento de los candidatos que se presentaron al MIR durante el periodo 2018-2022, su proporción entre las notas más altas "fue inferior a lo esperable".
Además, el cómputo total de la calificación del test equivale a un 90 por ciento de la nota y el expediente académico, en el cual las mujeres llevan la delantera, apenas el 10 por ciento. Estas evidencias, que se repite en otras pruebas de acceso similares, sugiere
reconsiderar el sistema de puntuación, reducir el peso de estas pruebas sobre la nota de acceso final, e incrementar la coordinación entre el número de graduados en la carrera y las plazas disponibles.
Formas de erradicar la brecha de género MIR
El estudio de Esade incluye posibles
"soluciones" para confrontar la
brecha de género en el examen MIR. En el caso del formato del examen, sugieren modificar la prueba mediante la
eliminación de la penalización de errores para promover la igualdad de género o
modificar el sistema de puntuación.
"Una solución que permite seguir midiendo las diferencias entre los candidatos de más nota, y que podría extrapolarse a otros exámenes, sería un
sistema de pérdida de puntos donde preguntas en blanco o incorrectas penalizan, y los candidatos empiezan con la máxima puntuación posible", exponen y remarcan que con esto,
las preguntas en blanco se reducirían en un 18 y 20 por ciento.
Otras medidas adicionales que "podrían ayudar a este objetivo", relacionadas con el contexto en que tienen lugar esta clase de pruebas, son la
reducción del peso del examen en la nota final de selección o mejorar la
coordinación entre el número de graduados y el número de plazas creadas en el sector público.
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