Italia ha puesto en marcha un proyecto que permite a los
médicos residentes presentarse a las oposiciones para acceder a una plaza fija como adjunto ya desde el tercer año de su formación. Esta alternativa forma parte del paquete de medidas comprendidas en el
Decreto Calabria que, al menos, estará vigente hasta 2025. Algunas de las voces más representativas del
Sistema Nacional de Salud (SNS) ya han valorado el impacto que tendría emular esta estrategia en España, facilitando el acceso de los MIR a las Ofertas Públicas de Empleo (OPE). Aunque la ven “positiva” para frenar la fuga de talento de los jóvenes, también han advertido sobre algunas de las
consecuencias que podría acarrear en sus derechos laborales.
El presidente de la Asociación MIR,
Juan Jiménez, ha reconocido a
Redacción Médica que la vía italiana es una
“propuesta interesante” para que los médicos cuenten con un “futuro inmediato más claro y tangible” cuando están terminando su periodo de residencia. Sin embargo, se ha mostrado
“escéptico y pesimista” con respecto a su potencial implantación en España debido a las responsabilidades que deberían adquirir los implicados en el proceso durante
la residencia del MIR.
“Son casos que habría que matizar mucho y cuidar para que no se termine cubriendo u
na labor estructural de alta responsabilidad con una persona que no esté lo suficientemente formada y capacitada para poder llevar a cabo ese trabajo. Hay que proteger al profesional para no se vea sobrepasado por las circunstancias a las que tiene que enfrentarse”, ha apostillado.
Jiménez ha diferenciado además el impacto que tendría en función de cada comunidad autónoma y especialidad. Mientras que, en algunas como
Psiquiatría, en el cuarto año ya se realizan funciones muy cercanas a las de un adjunto, en otras como
Ginecología o
Medicina Interna el R3 se encuentra prácticamente en el ecuador de la etapa. “Tienes que pasar todavía por un proceso de formación y especialización para ejercer como especialista”, ha subrayado.
Una de las posibilidades para evitar este problema pasa por garantizar el derecho a los residentes a presentarse a las oposiciones, aunque
no puedan acceder a sus plazas definitivamente hasta que hayan completado la residencia. Un plan ‘B’ al que desde la Asociación MIR también le ven algunas fisuras porque podría dejar puestos desiertos sin cubrir durante ese periodo. “Eso no se solventa si se ocupa una plaza que realmente no se va a ejercer mientras esté haciendo un periodo formativo de hasta dos años
¿Quién va a cubrir ese trabajo estructural?”, se ha preguntado Jiménez.
El encaje legal de las OPE de los MIR
Algo más positiva se ha manifestado la secretaria técnica de Médicos Jóvenes y MIR del sindicato CESM,
Sheila Justo, quien también ha señalado que puede ser una
“buena opción” para fidelizar a los médicos en el SNS. “El problema de la fuga de profesionales lleva años pasando y en algún caso sería una solución”, ha explicado a este periódico.
La portavoz sindical ha subrayado que la alternativa de esperar a que se termine la residencia para hacerse definitivamente con la plaza puede resultar une buena solución, teniendo en cuenta que muchas veces estos procesos selectivos se dilatan durante años. “Yo acabo de tomar posesión de una plaza a la que me presenté en 2019 y que la convocatoria se publicó en 2018.
En más de cuatro años me habría dado tiempo de terminar dos veces el MIR”, ha apuntado.
Justo sí que ha reconocido que habría que introducir algunas condiciones en estas oposiciones para garantizar que si un médico finalmente no completa con éxito el MIR no pueda acceder a su puesto como adjunto. Esta medida persigue evitar que los facultativos que terminan su residencia con la
calificación de “no apto no recuperable” puedan contar con una plaza fija en la sanidad en calidad de especialistas, aunque se trata de un
porcentaje muy reducido de casos.
Otro de los grandes inconvenientes que ha encontrado Justo pasan por dar cabida a un plan así en el marco legal español. Los asesores jurídicos de CESM han advertido que sería necesario desarrollar una
reforma “profunda y complicada” que altere las leyes estatales sobre
Función Pública para que después cada comunidad autónoma pudiese acordar o no este tipo de convocatorias especiales para los MIR. Una necesidad que previsiblemente obligaría a posicionarse a los grupos parlamentarios en el Congreso.
La primera experiencia en la Comunidad Valenciana
Aunque todavía es una hipótesis en el Sistema Nacional de Salud (SNS), autonomías ya han comenzado a aplicar algunos proyectos parecidos. Es el caso de la
Comunidad Valenciana, que en 2022 ya desplegó una ley para
facilitar a los MIR su inscripción en las listas de reserva de selección de personal temporal con el objetivo de garantizar su presencia en las plazas de difícil cobertura de la región.
En este caso, la normativa permite el acceso a la bolsa de empleo con una a
ntelación de tres meses antes de que finalice su programa formativo y siempre que se cuente con una evaluación favorable por parte de las unidades docentes y la ausencia de especialistas en ese campo. Fuentes del gobierno regional han apuntado a
Redacción Médica que el proceso ya se está implantando, pero que
todavía no hay datos oficiales sobre el número de residentes que han decidido participar.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.