La salud mental de los residentes de Medicina no pasa por su mejor momento. La sobrecarga de trabajo o la falta de supervisión condicionan el estado psicológico de los MIR. Así,
síntomas de ansiedad o depresión hacen acto de presencia en un elevado número de médicos en proceso de especialización, según un informe impulsado desde la
Organización Médica Colegial (OMC). Motivo por el que se han adaptar las condiciones laborales de este perfil sanitario y apostar por la revisión constante del estado psicológico de los facultativos en formación. Este control puede llevarse a cabo a partir de las
propias auditorías de las unidades docentes, aunque la mejor respuesta pasa por la evaluación constante.
"El burnout no es un fenómeno estático, sino dinámico y cambiante. Por ello, las auditorías anuales resultan insuficientes", ha señalado el vocal de Médicos Jóvenes y Empleo de la OMC, Domingo Antonio Sánchez, a
Redacción Médica. "Es necesario avanzar hacia una monitorización continua", ha agregado. Para lograrlo, el facultativo apuesta por la constitución de
un observatorio nacional centrado en Formación Sanitaria Especializada (FSE), a través del cual se puede atender la lacra de la salud mental.
Esta institución permitiría
detectar tendencias y actuar de forma preventiva, a la vez que orquestar revisiones específicas para garantizar que las condiciones laborales no se deterioran. "Como es bien sabido, lo que no se evalúa, se devalúa, y a nuestro sistema FSE le hace falta pasar un buen chequeo", ha sostenido Sánchez.
Modificaciones en las auditorías MIR
A la espera de una evaluación continua de la salud mental de los MIR, la revisión de los espacios formativos del Sistema Nacional de Salud (SNS) actúa como paliativo. Eso sí, hay que tener en cuenta una serie de factores. "Para hacer una buena auditoría no basta con evaluar la calidad formativa, sino que es imprescindible incorporar
indicadores de bienestar profesional", ha indicado el vocal de Médicos Jóvenes y Empleo de la OMC. Y es que los criterios del Ministerio de Sanidad para la evaluación de las unidades docentes acreditadas de hospitales y centros de Atención Primaria acostumbran a focalizarse más en el cumplimiento del programa de la especialidad o el volumen de personal existente.
En este sentido, Sánchez ha indicado la importancia de agregar
la valoración de la carga asistencial, el cumplimiento de la normativa sobre descansos, la conciliación, la calidad de la tutorización y la percepción del clima laboral. Asimismo, bajo su prisma, se debe medir el conocimiento y el uso de programas de apoyo como el Programa de Atención a Médicos Enfermos (Paime). "Solo así podemos tener una fotografía real, no solo de aspectos básicos, sino también del estado emocional de nuestros MIR para poder actuar ante cualquier atisbo de problema de salud mental", ha incidido el representante de la entidad colegial.
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"Para hacer una buena auditoría no basta con evaluar la calidad educativo, sino que es imprescindible incorporar indicadores de bienestar profesional"
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Por su parte, el presidente de la OMC, Tomás Cobo, ha querido poner el foco en
los propios tutores MIR. "Son una figura esencial no solamente para proporcionar formación y competencias a los futuros médicos especialistas, sino para vigilar el entorno laboral en el que trabajan y la posible aparición de problemas de salud mental", ha indicado a este diario. Por ello, desde la alianza colegial se aboga por
el reconocimiento de este rol en toda la geografía española, ya que, en la actualidad, tan solo Navarra, Madrid, Baleares, Cataluña y Aragón contemplan el trabajo de estos sanitarios.
Cifras alarmantes en el SNS
El
informe Ikerburn de la OMC reveló que
el 93,9 por ciento de los médicos jóvenes presenta síntomas de burnout en alguna de las siguientes dimensiones: agotamiento emocional, despersonalización o baja realización profesional. El 81,4 por ciento cumple criterios en dos de las mencionadas y el 50,9 por ciento en las tres. Por especialidades, Cirugía Maxilofacial y Cirugía Pediátrica son las que contienen los residentes con peor salud mental.
Los
factores de riesgo que perjudican el estado psicológico de los médicos en formación radican principalmente en la esfera del tiempo. El exceso de guardias o la imposibilidad de conciliar vida familiar y profesional -especialmente en el caso de las mujeres- derivan en un empeoramiento de la salud mental. "Hay una relación directa entre las horas de trabajo y este tipo de problemas", ha puntualizado Cobo.
Por ello, la profesión demanda
la modificación de los planes de recursos humanos del SNS, el impulso de la atención de la salud mental de los médicos, el refuerzo de la inversión pública en formación, la reducción de las cargas administrativas, el fomento de la equidad de género, la eliminación de las guardias de 24 horas o el cuidado del bienestar profesional. Propuestas para combinar con la radiografía de los males que golpean a los integrantes de las plantillas sanitarias.
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