El
objetivo de la mayoría de los facultativos una vez que han
acabado la carrera de Medicina es presentarse al
MIR y acceder a su especialidad deseada. Un camino de
esfuerzo y dedicación que, en ocasiones, puede llegar a generar una frustración entre el colectivo médico ante la dificultad de
elección de plaza o por las
condiciones laborales durante su
etapa de residencia. Una situación que ha provocado que
Verónica, una facultativa de 36 años, decidiese renunciar a su plaza asignada por un trabajo con "mejores condiciones laborales y económicas" que le va a permitir tener una "vida mejor".
Este anuncio lo ha realizado en una publicación en
Twitter, donde ha lamentado "perseguir" una plaza MIR
durante años y, que al conseguirla, se tenga que "renunciar a ella" por un contrato laboral con "mejores condiciones y salario". "Hace cuatro años mi decisión hubiese sido diferente. Pero así es la vida, que es dificil de entender", ha añadido.
Lo que es seguro es que no fue una decisión fácil. Esta médica se había presentado
más de cinco veces al examen MIR `para acceder a su especialidad soñada”:
Medicina del Trabajo, pero por más que estudiaba y pese a que “siempre” conseguía plaza, su número de adjudicación
no era lo suficientemente alto, lo que significaba que cuando llegaba su turno “no hubiese ninguna plaza de ninguna especialidad disponible”.
Sin ninguna cotización ni experiencia profesional
Un duro impacto en su
salud mental que se agravaba al darse cuenta de
su edad. “No había cotizado todavía nada y no tenía ninguna experiencia profesional. Nosotros los médicos nos centramos en el MIR, pero la verdad es que luego, de forma paralela a la profesión, necesitas tener tus años de cotización”, ha explicado Verónica a
Redacción Médica.
Tras su
penúltimo examen sin resultados, Verónica tomó la decisión de buscar
otras rutas alternativas laborales que le llevaron a descubrir, a través de un amigo suyo de Twitter, la posibilidad de
prepararse una oposición relacionada con la Medicina y que “no requería de una especialidad”.
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"Nosotros cuando salimos de la carrera no tenemos ningún tipo de orientación laboral. Todos hacemos el MIR y seguimos el mismo camino por la falta de recomendaciones de otras vías disponibles"
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“Nosotros cuando salimos de la carrera no nos dan orientación laboral de ningún tipo. Todos hacemos el MIR y seguimos el mismo camino por la falta de profesionales que te recomienden otras vías disponibles para trabajar como facultativa”, ha lamentado.
Verónica decidió
prepararse las oposiciones y, mientras lo estaba haciendo, se anunciaron las
convocatorias MIR en septiembre del año pasado. Por
miedo a no superar los exámenes de la oposición “y quedarse sin nada”, probó suerte “una vez más” en la convocatoria.
“En ese proceso yo eché también mi solicitud en la bolsa única común para trabajar en la administración de una de las comunidades autónomas, con la suerte de que, en febrero, me llamaron para trabajar sustituyendo a una mujer embarazada”, ha detallado.
Renunciar a su plaza MIR por unas mejores condiciones en otro trabajo
Finalmente, Verónica
no superó el último examen de las oposiciones, pero
sí consiguió plaza para acceder a Medicina del Trabajo. Tras un tiempo pensando, hablando con sus compañeros y
comparando su actual trabajo en la administración con lo que podría suponer hacer los años de residencia, esta facultativa
decidió renunciar a su plaza.
“¿Por qué yo he renunciado a mi plaza? Por las condiciones laborales. Las que tengo actualmente son mucho mejores, aunque sean temporales, que las que hay actualmente en el MIR. Hay mucha precariedad. Además, el horario, el sueldo y la calidad de vida no se pueden comparar a la de un residente, aunque eso me suponga no tener una especialidad”, ha aclarado.
Sin intención de volver a probar suerte en el examen MIR
El miedo a que la persona a la que sustituye en la administración vuelva, esto
no le ha frenado para tomar la mencionada decisión. Además, ha reconocido “no tener intención” de volver a presentarse al MIR.
“Mi objetivo si vuelve esta mujer es volver a prepararme la oposición. Si al final no consigo aprobar los exámenes, investigaré otro tipo de oposición o me haré algún máster relacionado con la sanidad donde no necesites de una especialidad, pero que te permita trabajar, porque las condiciones laborales son mucho mejores que en la residencia”, ha concluido.
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