La encuesta
‘Entre horas de trabajo, gestión de errores y digitalización’, realizada por
Hartmannbund tras entrevistar a 1.473 médicos y residentes, refleja que
la presión económica, la falta de personal y tiempo en los centros sanitarios representan un
grave problema para los facultativos. Esto provoca que
uno de cada dos MIR reconozca que han ido obligados a trabajar aun estando enfermos.
Además, casi la mitad (el 49 por ciento) afirma que sus horas extra no se documentan de forma correcta y que, además, existen áreas del hospital en el que no se pueden realizar porque no hay tiempo para compensarlas. Según la investigación,
casi el 30 por ciento de los MIR hace entre 7 y 12 horas extra por semana, a lo que se añade que el
46 por ciento trabaja de manera irregular durante la guardia.
Esto, según la encuesta es por la falta de personal, ya que alrededor de la mitad de los preguntados contesta que este déficit de plantilla
no podía ser compensado, algo que, para
Klaus Reinhardt, presidente de Hartmannbund, “no es aceptable ni para médicos ni para pacientes”.
Un tercio de los sanitarios asegura que el nivel de personal en su lugar de trabajo “
es pobre o insuficiente”. Aunque el 50 por ciento describe el nivel de personal como “normal”, esto
se complica cuando los compañeros se ponen enfermos. En este sentido, el 56 por ciento dice haber ido a trabajar estando enfermo por “
sentirse obligado” y
un 87 por ciento señala que fue al trabajo enfermo “porque no quería dejar a sus compañeros en la estacada”.
Errores que ponen en peligro al paciente
Lo que preocupa a
Wenke Wichmann, directivo de Hartmannbund, es que, debido a esta falta de personal médico, el
75 por ciento de los MIR encuestados afirman que no se sienten preparados para enfrentarse a una situación normal durante la guardia nocturna, algo que “lleva a cometer errores que pueden poner en peligro al paciente”.
Sobre la
insatisfacción, el
30 por ciento de los encuestados se muestra insatisfecho o muy insatisfecho en su puesto de trabajo, por motivos como
la carga de trabajo y la
frustración por tener muy poco tiempo para el paciente, así como por la
falta de conciliación entre trabajo y familia.
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