Reducir al mínimo las posibilidades de fallos. Ese ha sido uno de los objetivos detrás de la reestructuración de la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada durante la presente convocatoria. El Ministerio de Sanidad ha apostado por implementar algunas soluciones tecnológicas que impidan, por ejemplo, que se repita el ‘error masivo’ que se registró el año pasado con las hojas de respuesta de los aspirantes a una especialidad.
Con la tecnología como principal aliado, Sanidad ha modernizado las hojas de respuesta para adaptarlas a la lectura óptica. El proceso, que representa una inversión, ayudará en la implementación de un modelo más moderno que garantice la agilización del proceso de revisión de las respuestas, así como minimizar el margen de error en la corrección, lo que evitará retrasos innecesarios en el calendario oficial. La prueba de fuego de la nueva lectura óptica será en las próximas semanas, cuando comenzará la exhibición de los resultados provisionales y definitivos.
La digitalización de la prueba está, hasta la fecha, ofreciendo los resultados esperados, ya que el proceso de inscripción se ha modernizado con la aceptación y satisfacción de los aspirantes. Además, no ha generado ningún inconveniente durante el proceso de las exhibiciones de los candidatos admitidos tanto provisionales como definitivos para presentar la evaluación, al margen del ajuste que se debió realizar con respecto a los casi 600 candidatos que aparecían como aceptados a pesar de no tener su título homologado.
En este sentido, los cambios propuestos por Sanidad para la convocatoria han obtenido los resultados previstos. Pero no solo los digitales, ya que la eliminación de un distractor, la mejora de la calidad de las imágenes o aumento del tiempo de la prueba ha sido agradecido por la mayoría de los aspirantes, quienes encontraron las beneficiosas las modificaciones implementadas en la prueba.
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