José A. Puglisi. Madrid
Más esfuerzo formativo. Esa es la petición que transmiten los hospitales a los alumnos de las facultades de Ciencia de la Salud. Los datos del Barómetro de empleabilidad y empleo universitario en España 2015, elaborado por el Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios, revela que las empresas perciben que el 10,87 por ciento de los titulados están infracualificados, siendo el segundo porcentaje más alto después del 12,4 por ciento de Ingeniería y Arquitectura.
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Tabla comparativa del nivel de preparación de los titulados universitarios.
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Los profesionales sanitarios son, además, los que han obtenido el menor porcentaje de sobrecualificación. El estudio revela que el 12,29 por ciento de los titulados cuenta con más competencias de las necesarias, siendo casi duplicada por Ingeniería y Arquitectura (23,36 por ciento), quien es la segunda área de conocimiento con la tasa más baja. Al otro lado de la tabla, los profesionales de Artes y Humanidades y de Ciencias Sociales y Judiciales son los que cuentan con los índices más altos, un 37,82 y 31,98 por ciento, respectivamente.
Los ajustes necesarios en la formación sanitaria, sin embargo, son puntuales. Según el barómetro, el 76,84 por ciento de los futuros profesionales abandonan la facultad con una formación adecuada para las funciones que, posteriormente, deberá realizar. Este es el dato más alto entre las áreas de conocimiento, sacándole diez puntos porcentajes a las Ciencias, su competidor más cercano con 66,57 por ciento, a la que le siguen Ingeniería y Arquitectura (64,23 por ciento); Ciencias Sociales y Jurídicas (58,52 por ciento) y Artes y Humanidades (55,51 por ciento).
La búsqueda de aumentar la concentración de conocimientos genera que Ciencias de la Salud sea el área de conocimiento donde mayor peso tenga el contar con una titulación específica, con el 3,27 por ciento. Al contrario de lo que, por ejemplo, ocurre en Arte y Humanidades, donde el índice se reduce hasta el 2,92 por ciento. Asimismo, se da una gran importancia al expediente académico, aunque se toma en menor consideración el control de otros idiomas o la experiencia profesional previa.
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