La
asignación de plazas MIR 2022 será recordada por dejar más de 200 plazas sin cubrir en cuatro especialidades diferentes durante el turno ordinario. En concreto,
Medicina de Familia fue la más afectada tras no ser capaz de asignar
un total de 200 de las 2.336 ofertadas. Este es el síntoma de un problema mucho más profundo que afecta a la sanidad española: el déficit de profesionales y la incapacidad de reclutar a residentes en ciertas especialidades. Es por eso que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, plantean en el seno de la
Comisión de Trabajo destinada a abordar este problema, el modular la oferta de plazas que se hacen en determinadas zonas de difícil cobertura. El objetivo es evitar que el
Sistema Nacional de Salud (SNS) siga perdiendo especialistas, intentando de este modo cubrir todas las plazas MIR convocadas, aunque haya destinos específicos que dejen de formar residentes debido a la dificultad que existe para atraerlos a esos lugares.
Fuentes autonómicas confirman a
Redacción Médica que esta comisión ya trabaja en "enfocar la oferta de plazas hacia especialidades deficitarias de especialistas y reducir la oferta en especialidades que
tengan menor demanda de profesionales en el SNS".
En concreto, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de ampliar la oferta de Medicina de Familia en áreas donde es más sencillo atraer a los residentes, en detrimento de zonas rurales, este año ha habido un total de 93 plazas desiertas. Esta misma estrategia se quiere seguir con la oferta EIR de Enfermería. El objetivo, según las citadas voces, es "dimensionar y planificar la necesidad de especialistas en el futuro", dado que
“no podemos permitirnos el lujo de seguir perdiendo especialistas, dejando plazas sin cubrir”.
La propuesta se está “valorando y analizando en profundidad” para ver el encaje que tendría el reducir las plazas MIR convocadas en zonas de difícil cobertura, en pro de aumentar ese mismo número en áreas con más atractivo para el residente. “Los incentivos económicos se ha demostrado que no funcionan para atraer a residentes a zonas rurales.
Los MIR, como médicos jóvenes que son, buscan otros alicientes más relacionados con su entorno social”, cuentan.
Las CCAA 'cocinan' una convocatoria MIR de récord
Pese a ello, desde el Ministerio de Sanidad se está trabajando para que las comunidades autónomas "oferten el máximo número de plazas acreditadas", por lo que la convocatoria del año 2023 podría ser una de las más numerosas de las que se recuerda en los últimos tiempos.
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El Ministerio de Sanidad está trabajando para que las comunidades autónomas "oferten el máximo número de plazas acreditadas"
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Sin embargo, otras fuentes reconocen directamente que desde que se confirmó que
quedaban 93 plazas MIR sin cubrir este año, “el ministerio no ha movido ficha para dar solución a este problema”. No obstante, ya se han planteado algunas propuestas, siendo la que más apoyos está sumando la de eliminar o reducir al máximo posible la nota de corte del examen MIR.
Acreditación exprés de Psiquiatría Infantil
Todo apunta a que el MIR 2023 estará cargado de novedades. Y es que más allá de una convocatoria MIR con un número de plazas ajustado a las necesidades reales del SNS, el Ministerio de Sanidad también ha dado luz verde a las comunidades autónomas para acreditar por la vía rápida las unidades docentes necesarias para poder
ofertar la especialidad de Psiquiatría Infantil en esta convocatoria.
Según ha podido saber este diario, será en la inminente
Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud donde se cerrará el número estimado de plazas que compondrán la próxima oferta de la Formación Sanitaria Especializada, entre las que se esperan reunir las primeras plazas de la recién estrenada especialidad de Psiquiatría Infantil.
Ahora, comienzan los trabajos más arduos para las comunidades autónomas, dado que deben de crear de cero las unidades docentes que acojan a los residentes de esta especialidad. Tal y como explican fuentes autonómicas, el Ministerio de Sanidad facilitará la creación de estas unidades bajo
unos requisitos mínimos que irán ligados a las unidades docentes ya existentes de Psiquiatría. Así, las comunidades autónomas trabajan a contrarreloj en la tarea de buscar médicos adjuntos que se encarguen de la formación de estos nuevos residentes.
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