Los residentes de primer año que se han incorporado a sus unidades docentes este mayo
vivirán por primera vez situaciones críticas e incómodas, que pueden despertar su sensibilidad o aprensión. Este contexto se puede producir en ocasiones al ver
flemas, sangre o heridas, algunos de los ascos del médico novato. Por ello, tutores y adjuntos
relatan su experiencia para hacer frente a estas vivencias y dan algunos consejos que pueden ser de ayuda.
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La inmersión durante la residencia es mayor que durante la época de estudiante y
te puedes encontrar con situaciones asquerosas", asegura
Alex Mayer, que recientemente ha terminado la residencia y ahora es adjunto de Medicina Interna en el Hospital Universitari Parc Taulí a
Redacción Médica. Por su parte, representante de tutores de la Organización Médica Colegial (OMC) y tutor de Cirugía en el Hospital Joan XXIII de Tarragona,
Francesc Feliu, señala como recomendación que
los residentes "se dejen aconsejar por los profesionales que llevan más tiempo.
No hay una receta mágica ni un único consejo".
Feliu reconoce que
el residente R1 "es la parte más débil de la cadena y lo tenemos que cuidar entre todos". Por eso, el representante de tutores de la OMC destaca que
el residente está integrado en el Servicio y en el equipo y es un miembro más. En cuanto a situaciones difíciles, Feliu explica que cualquier residente de todas las especialidades y también especialistas se las pueden encontrar, y que dependen también de
si la especialidad finalmente escogida era la deseada, la institución sanitaria y la idiosincrasia de cada persona.
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Hay personas con más empuje que otras y hay que afrontar situaciones difíciles. Tus decisiones van a marcar la calidad de vida de una persona", añade. Sin embargo, Feliu remarca que el vínculo que se crea entre el residente y el equipo permite ir conociendo a la persona y crecer, por lo que "
hablamos con ellos cuando ves que está preocupado o una situación de angustia". Por último, el tutor de Cirugía en el Hospital Joan XXIII de Tarragona también se sincera y apunta que
hay días en que los especialistas "preferirías no tener que salir de casa".
Experiencia previa en la Facultad de Medicina
Mayer hace hincapié en la experiencia previa a la residencia, que es el paso por la Facultad de Medicina y el primer
contacto con diversas especialidades. "Las situaciones de asquerosidad son menos típicas durante la residencia que de estudiante, porque
sabes si eres aprensivo a ciertas situaciones", argumenta.
"A mí por ejemplo el quirófano no me provocaba ninguna sensibilidad y
con una punción lumbar, que es una técnica menos invasiva que una intervención quirúrgica,
me mareé", ejemplifica, una situación por la que han pasado muchos compañeros en alguna ocasión que, tras darse un respiro,
"regresaba sin ningún problema".
En cuanto a las situaciones críticas, el adjunto de Medicina Interna reconoce que "
impresiona el primer paciente que está a tu cargo y las primeras guardias, que tienen un punto de estrés". También el primer enfermo grave, que añade que "te marca". Mayer se alegra de que cada vez más se hable y se realicen cursos de las
vivencias de los médicos, como afrontar problemas o complicaciones, cómo explicar la situación al paciente y familiares y las maneras para entender que uno sufre de
burn out.
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