En menos de dos semanas, miles de estudiantes se enfrentarán al
examen MIR y resto de pruebas selectivas de
Formación Sanitaria Especializada (FSE), que se celebrarán el próximo 27 de marzo bajo
estrictas medidas de protección por la pandemia de la Covid-19. A escasos días de la prueba, los aspirantes están centrados en
repasar conceptos más relevantes y afrontar la recta final. Sin embargo, tan importante es saber plasmar los conocimientos adquiridos en los últimos años, como aprender a
controlar los nervios y emociones en un momento crucial para su futuro.
Los aspirantes deben confiar en sí mismos y ver
el examen MIR como un simulacro más. Este es el principal consejo de
Irene Sánchez Vadillo, coordinadora de tutores de la
Academia AMIR y hematóloga clínica en el Hospital La Paz, quien confía en que los estudiantes “van muy bien preparados” a la prueba. Para la facultativa, los opositores deben hacer el mejor MIR que cada uno de ellos lleva dentro, algo que, explica, va más allá de números y
se centra en otros aspectos como el esfuerzo personal y la dedicación.
Por otro lado, la coordinadora del centro de preparación destaca que los estudiantes tienen que ser conscientes de que el examen MIR no les va a estratificar en buenos o malos médicos. “El examen solo es una forma de ordenar a los opositores, pero
no te marca el tipo de médico que vas a ser, eso lo van a marcar ellos durante su residencia”, continúa, añadiendo que los valores de un buen médico no se enseñan en ninguna oposición.
“Un buen médico no es el que mejor número saca en el MIR, sino aquel que se preocupa por sus pacientes, estudia, es buen compañero y pone al paciente y no a sí mismo, en el centro del sistema”, incide. Para Irene Sánchez, este debería ser en todo momento el objetivo de los futuros profesionales del SNS,
sin obsesionarse con números MIR o aspectos puramente teóricos.
EIR 2021: un trámite hacia su nueva etapa como residentes de Enfermería
Por su parte,
Laura Hernanz Milanesi, que forma parte de AMIR Enfermería, insiste en que, tras tanto esfuerzo y sacrificio, es normal que los nervios se apoderen de los opositores cuando llega el momento clave en el que todo termina. Sin embargo, resalta que lo importante es que este estado emocional
no les juegue una mala pasada y se ponga en su contra.
“Les recomendaría que intenten relativizar la situación. Como siempre les decimos a los alumnos durante las tutorías mensuales, no hay nadie que vaya más preparado que ellos al examen, llevan mucho tiempo esforzándose y el EIR, así como el resto de pruebas,
solo será un simulacro más de los que han hecho durante toda la preparación”, explica Hernanz.
Al igual que su compañera, la especialista tiene plena confianza en los estudiantes, que dominan el temario y las técnicas test. Además, a lo largo de estos intensos meses de preparación, también han aprendido a controlar el tiempo y a manejar los nervios. “El examen EIR solo
será el
trámite final que les abra las puertas hacia su nueva etapa como residentes de Enfermería”, concluye.
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