A falta de poco más de un mes para que se celebre el
examen de Formación Sanitaria Especializada, que tendrá lugar el próximo 27 de marzo, los miles de opositores a la prueba apuran las últimas semanas para repasar contenido, con el fin de obtener una puntuación que les permita elegir la especialidad deseada. De esto sabe (y mucho)
Jorge Martínez Solano, número uno del
MIR en la convocatoria de 2016-2017, donde logró sumar 611 puntos. Jorge, residente de Cardiología en el Hospital Gregorio Marañón, echa la vista atrás para rememorar los instantes previos al examen que cambió su vida.
“Que mantengan la ilusión, que es lo que hace que merezca la pena tanto trabajo”. Este es el principal consejo que Jorge ofrece a los estudiantes. En plena recta final para la convocatoria, la suerte está echada y el residente recomienda a los opositores repasar los contenidos más importantes. “Ya se tienen los conocimientos asentados. Es momento de repasar lo más importante para tener presentes los temas que van a preguntar seguro.
No se tienen que volver a locos a estudiar cosas que nunca se han estudiado o conceptos muy difíciles, que pueden ser ‘poco rentables’”, recomienda.
Como ‘experto’ en el examen MIR, Jorge sabe que hay temas que no suelen faltar en ninguna de las convocatorias.
“Cáncer de mama, cáncer de colon, infarto de miocardio… Hay enfermedades que no fallan”, apunta. “Cuando preguntan algo raro en el examen, lo normal es o que no lo acierte nadie o lo preguntan de una forma fácil y, al final, acierta todo el mundo. En cambio, las enfermedades que habitualmente vemos en el hospital, las preguntan todos los años, pero de una forma difícil, por lo que solo saben contestar aquellos se lo han estudiado realmente bien.
Ahí se determina quien saca una plaza”, revela, hablando desde su propia experiencia personal.
24 horas antes del examen MIR
Lejos de destinar las últimas 24 horas a seguir dándole vueltas al temario, Jorge invirtió los momentos previos a la gran cita para desconectar y evitar pensar en el examen. “En último día no estudié nada. Ya no puedes estar repasando conocimientos.
Llevas muchísimo tiempo trabajando y el estudio está hecho. Lo más recomendable es estar tranquilo, hacer algo que te guste y estar con amigos o con la familia para llegar al examen con el mayor descanso mental posible”, asegura Jorge. En su caso, él optó por acostarse muy tarde para no pasar una mala mañana, con nervios y tensión: “Me acuerdo que estuve viendo películas, haciendo deporte y, después, con amigos. Quería levantarme tarde para que casi fuera ya el momento del examen”.
“Cerrar los libros y disfrutar un poco para llegar frescos es muy buen consejo”, reflexiona Jorge, que cree que es fundamental respetar los tiempos de descanso para superar la prueba con éxito. Jorge sabe que los nervios pueden jugar una mala pasada a los aspirantes, pero no es partidario de ‘experimentar’ ni ‘innovar’ el día antes de una prueba de esta magnitud.
No obstante, el residente insiste en que todas estas recomendaciones son “muy personales”, pero reconoce que hay un consejo válido para todos aquellos que se encuentran en la misma situación que Jorge años atrás: “Que vayan con toda la ilusión y que no la pierdan nunca.
Es un momento muy bonito que solo ocurre una vez en la vida, que es cuando más van a saber de Medicina y van allí a demostrarlo para conseguir la plaza en la que van a estar para siempre”.
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