Estudiar Medicina ya es de por sí un esfuerzo titánico, pero sí a eso le añadimos el 'hándicap' de una formación militar, la tarea se convierte en algo prácticamente heróico. Bien lo saben los 22 estudiantes -de los 25 que empezaron- de la primera promoción de médicos militares de la Universidad de Alcalá que desde este viernes forman parte de las
Fuerzas Armadas Españolas.
“Nuestros alumnos estudian el
grado de Medicina con el mismo plan de estudios que tiene la Universidad de Alacalá. A la misma vez, hacen su formación militar, que ya de por sí no solo conlleva una formación física, sino un adiestramiento con asignaturas y técnicas específicas propias de la Medicina Militar”, explica a
Redacción Médica Natalio A. García Honduvilla, director provisional del Centro Universitario de la Defensa.
Este grado se creó en 2012 con un objetivo: nutrir a las Fuerzas Armadas de especialistas médicos que estén, además, formados en la carrera militar, donde actualmente hay un importante “déficits” de especialistas. “En teoría durante los próximos años habrá más bajas, que deberán de ser cubiertas con nuevas promociones de médicos militares. Aun así,
no contemplamos aumentar el número de plazas para acceder a este grado”, señala.
Acceso ‘restringido’
En la actualidad el grado de
Medicina Militar oferta un total de 25 plazas y acceder a ellas es una tarea casi imposible. “El acceso se rige como si fuera una oferta de empleo público. No es una oferta convencional universitaria. Los aspirantes deberán realizar una oposición habitual, con una prueba de inglés, pruebas físicas, un test psicotécnico y pruebas médicas. Tras esta fase, cada aspirante aportará sus méritos que serán el punto diferenciador que determinará si acceder o no a la carrera militar como médico”, reconoce García Honduvilla.
Precisamente el inglés es una parte muy importante de esta formación, porque tal y como señala García Honduvilla,
“los conflictos ya no están dentro de nuestras fronteras, sino fuera”.
Una vez dentro, explica, el esfuerzo de cada estudiante es “titánico”. “Cada alumno deberá adaptarse a un plan de estudio muy exigente, con mucha carga de trabajo.
Muy superior al que tiene un alumno de cualquier otra facultad de Medicina”.
Futuro
Ahora, a estos 22 graduados se les asignará un destino.
Durante 30 meses estarán ejercerciento en sus unidades militares como médicos generales. Y a partir de ahí comenzarán su periodo de especialización en el Hospital 22 estudiantes graduados. Ahora esos alumnos serán tenientes médicos tendrán su destino. Durante 30 meses estarán ejerciendo en sus unidades militares, y a partir de ahí comenzara su periodo de especialización en el
Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla o en cualquier otro hospital del Sistema Nacional de Salud, según la especialidad que elijan.
“Durante esos 30 meses, ellos ejercen como médicos generales en los botiquines, en los barcos militares o en las misiones en el exterior. Luego, dependiente de las necesidades del Ministerio de la Defensa, podrán elegir una especialidad concreta. Esta elección es al más puro
sistema MIR, pues eligen primero los que hayan tenido un mejor expediente”, destaca el director del grado.
Esta formación también tiene un coste extra. Durante 12 años, estos médicos militares deberán tener exclusividad a la vida militar. Tras ese tiempo, serán como cualquier otro médico del SNS, con
una especialidad acabada y con una formación militar que siempre les acompañará.
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