José A. Puglisi / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
Una prueba plagada de errores ortográficos y erratas. Así será recordado el examen de acceso a una plaza FIR de la presente convocatoria. Los aspirantes se han mostrado indignados ante los fallos en los encabezados que, además de interrumpir en la fluidez de la lectura, llevaban a confusiones que han elevado la dificultad de la evaluación. Uno de los ejemplos más recordados ha sido la ausencia de las últimas vocales en la palabra “antitumoral”, encontrada en una de las preguntas.
Candidatos al FIR durante la convocatoria 2015-2016.
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A diferencia del MIR, los titulados consideran que no han existido grandes diferencias, por lo que se ha seguido con un modelo similar al encontrado en los simulacros o en las pruebas de acceso que se realizaron durante las convocatorias anteriores. La única variación percibida, satisfactoriamente, ha sido el ahorro de tiempo generado por la eliminación del distractor, siendo agradecido por algunos candidatos que, según comentan a Redacción Médica, han logrado salir hasta una hora antes de la hora de culminación del examen.
En contenido, las variaciones en el temario han estado marcadas por una mayor presencia de las preguntas sobre fisiología y bioquímica, así como de física y técnica. En el otro lado de la balanza, los titulados han encontrado carencias en el número de preguntas relacionadas con inmunología y farmacología. No obstante, no creen que la renovación de los temas haya generado un incremento en la dificultad de la prueba, al margen de los errores que se puedan cometer a partir de una mala interpretación ocasionada por los errores de ortografía en los encabezados.
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