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El riesgo del asno de Buridán o cómo morir de inacción antes del examen MIR
A las puertas de enero y con la "recta final" del examen MIR 2026 encima, los médicos se enfrentan a su peor enemigo
Los médicos se enfrentan a su peor enemigo: la gestión del tiempo y la ansiedad / Imagen creada con IA (Gemini).
30 dic 2025. 05.50H
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POR JESÚS ARROYO
A las puertas de enero y con la "recta final" del examen MIR 2026 encima, los médicos se enfrentan a su peor enemigo: la gestión del tiempo y la ansiedad. José Curbelo, experto en la preparación del examen para médicos, ha lanzado un aviso directo a quienes pretenden abarcar todo el temario en un día. Según el especialista, intentar memorizar ahora como se hacía meses atrás es inútil; la clave reside en "invertir el esfuerzo" y mantener a rajatabla las rutinas de sueño y deporte.
El error más común en esta fase del examen MIR es el autoengaño. Curbelo es tajante al calificar el repaso masivo de manuales: "Coger el manual entero y ojearlo todo el día es un ansiolítico maravilloso". El preparador explica que esta práctica calma los nervios, pero no fija conocimientos. "Mira, lo he repasado todo, pero no habrás memorizado nada", sentencia.
El mecanismo de este fallo es simple y peligroso: al pasar las hojas, el estudiante se detiene en lo que ya sabe para reafirmarse, pero salta por encima de lo que desconoce para evitar el agobio. El resultado es un tiempo "muy poco aprovechado" donde los ojos simplemente barren el papel sin retención real.
Frente a la parálisis, Curbelo propone un giro pragmático. Si antes lo vital era el estudio activo para memorizar, en este último mes "paradójicamente se invierte el esfuerzo". En un solo día ya no es viable memorizar grandes bloques de información nueva.
La estrategia que plantea el experto pasa por métodos más pasivos pero eficientes para el repaso integral:
La indecisión es otro factor crítico que puede bloquear al opositor. Curbelo recurre a la metáfora del asno de Buridán —que murió de hambre al no saber elegir entre dos montones de heno— para ilustrar el riesgo de no saber qué estudiar.
"Toma una decisión y siéntete tranquilo con ella", aconseja. El preparador admite que estudiar un tema concreto a última hora no garantiza el éxito —"puede que repases las porfirias y no te lo pregunten"—, pero insiste en que es preferible apostar por temas rentables y concretos antes que naufragar en la generalidad. Se trata, en definitiva, de hacer una "quiniela" informada de cada asignatura.
Más allá de los libros, la exigencia física se mantiene. Aunque la pereza y las ganas de procrastinar aumentan en estas fechas , Curbelo subraya que la parte más importante es "mantener tu rutina de autocuidado personal". Esto no es negociable: las horas de sueño y el deporte regular son fundamentales para llegar en condiciones óptimas al día clave.
Por último, el experto impone una orden clara para el cierre de año: "Descansa tanto el 31 como el 1, que te estoy mirando por la mirilla". Un parón necesario para afrontar el 2026 con garantías.
El error más común en esta fase del examen MIR es el autoengaño. Curbelo es tajante al calificar el repaso masivo de manuales: "Coger el manual entero y ojearlo todo el día es un ansiolítico maravilloso". El preparador explica que esta práctica calma los nervios, pero no fija conocimientos. "Mira, lo he repasado todo, pero no habrás memorizado nada", sentencia.
El mecanismo de este fallo es simple y peligroso: al pasar las hojas, el estudiante se detiene en lo que ya sabe para reafirmarse, pero salta por encima de lo que desconoce para evitar el agobio. El resultado es un tiempo "muy poco aprovechado" donde los ojos simplemente barren el papel sin retención real.
Cambio de táctica: rentabilidad sobre esfuerzo
Frente a la parálisis, Curbelo propone un giro pragmático. Si antes lo vital era el estudio activo para memorizar, en este último mes "paradójicamente se invierte el esfuerzo". En un solo día ya no es viable memorizar grandes bloques de información nueva.
La estrategia que plantea el experto pasa por métodos más pasivos pero eficientes para el repaso integral:
- Escuchar videoclases de la academia donde se repase la materia completa.
- Hacer test para reforzar conceptos.
- Recuperar el sentido común visualizando clases de técnica de examen.
El síndrome del asno de Buridán
La indecisión es otro factor crítico que puede bloquear al opositor. Curbelo recurre a la metáfora del asno de Buridán —que murió de hambre al no saber elegir entre dos montones de heno— para ilustrar el riesgo de no saber qué estudiar.
"Toma una decisión y siéntete tranquilo con ella", aconseja. El preparador admite que estudiar un tema concreto a última hora no garantiza el éxito —"puede que repases las porfirias y no te lo pregunten"—, pero insiste en que es preferible apostar por temas rentables y concretos antes que naufragar en la generalidad. Se trata, en definitiva, de hacer una "quiniela" informada de cada asignatura.
Más allá de los libros, la exigencia física se mantiene. Aunque la pereza y las ganas de procrastinar aumentan en estas fechas , Curbelo subraya que la parte más importante es "mantener tu rutina de autocuidado personal". Esto no es negociable: las horas de sueño y el deporte regular son fundamentales para llegar en condiciones óptimas al día clave.
Por último, el experto impone una orden clara para el cierre de año: "Descansa tanto el 31 como el 1, que te estoy mirando por la mirilla". Un parón necesario para afrontar el 2026 con garantías.
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