El mejor MIR 2025 de toda Andalucía: "Concibo la Medicina como algo global"

Álvaro Prados Carmona lo tiene claro: la residencia no es solo asistencia clínica. Este MIR de Dermatología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada acaba de recibir el Premio al Mejor Expediente MIR 2025 otorgado por el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM). Sus credenciales son contundentes: una calificación de 10 absoluto y 75 publicaciones científicas durante su formación. Sin embargo, para Prados la clave no está en la nota, sino en "la persistencia a lo largo de los años" y en entender la profesión de manera integral.

"Concebo la Medicina de una forma un poquito más global", explica Prados a Redacción Médica al ser preguntado por su capacidad de producción científica. Para él, la formación es el eje central de la residencia y "no se puede dejar de lado", por lo que aprovechó las oportunidades de investigación que le ofrecía el Clínico San Cecilio. Reconoce además que este ritmo exige sacrificios: "Al final acabamos dedicando tiempo a esto a expensas de lo personal", admite, aunque matiza que encontrar el equilibrio ha sido fundamental durante estos cuatro años.

Uno de los puntos fuertes de su formación han sido las rotaciones externas. Prados buscó por su cuenta estancias en la Universidad de California (San Francisco) para profundizar en Dermatopatología y en Sídney (Australia) para estudiar su manejo de la Oncología Cutánea, dada la alta incidencia de cáncer de piel en ese país.

Lejos de acomplejarse ante los gigantes anglosajones, este MIR volvió convencido de la calidad del sistema nacional. "Tenemos que sacar pecho. No solamente porque lo digamos nosotros, sino porque lo cree la gente de fuera", asegura. Su diagnóstico es rotundo: la formación española es sólida y la proyección científica de los últimos 15 años ha posicionado muy bien a la especialidad.

Prados ilustra esta realidad con una comparación directa tras asistir al prestigioso congreso de la Academia Americana de Dermatología. "Las conferencias que tenemos anualmente en la Academia Española de Dermatología no tienen nada que envidiarle", sentencia, poniendo en valor el nivel de la Dermatología andaluza y nacional.

Medicina, filosofía y tecnología

Tal y como reconoce su propio jefe de Servicio, Ricardo Ruiz-Villaverde, el perfil de Prados huye del médico tradicional estanco. Así, defiende la integración de la tecnología y la ingeniería en la práctica clínica sin miedo al futuro. "No lo definiría en un sentido peyorativo ni me da vértigo; es estimulante", afirma sobre el avance de la inteligencia artificial y las nuevas herramientas tecnológicas. Para él, estas sinergias permiten "mirar un poquito más allá" y buscar soluciones a necesidades hoy no cubiertas.

Prados recuerda que "desde hace muchos años se ha entendido la Medicina como una disciplina holística", citando el aforismo clásico de que "no hay buen médico que no sea filósofo" para justificar la necesidad de abarcar diferentes campos del conocimiento.

La "válvula de escape" del mejor expediente MIR

Como suele pasar, detrás del éxito académico, el cual le ha llevado a publicar cuatro publicaciones en revistas Q1, siempre está el factor humano. Su capacidad para soportar la presión no habría sido posible sin un entorno que entendiera las exigencias del MIR desde dentro. "Mi válvula de escape han sido personas que también formaban parte del proceso", confiesa, refiriéndose a padres, amigos y pareja.

El residente señala especialmente a su hermano mellizo, actualmente MIR de Oftalmología, como su gran referente: "Sigue siendo mi mayor inspiración y ejemplo", concluye Prados, quien destaca que compartir el proyecto vital con gente del gremio hace que el esfuerzo "no pese tanto como si lo estuvieras haciendo solo".