Trabajar de forma
consecutiva más de 16 horas dentro del sector sanitario no solamente genera un enorme
cansancio para los médicos residentes de
primer año, sino que también llega a aumentar el riesgo de cometer errores médicos y otros resultados adversos. Después de que el
Consejo de Acreditación para la Educación Médica de Posgrado (Acgme) pasara de
16 horas consecutivas hasta 24 horas continúas trabajando en 2017, un nuevo estudio demuestra que los
errores médicos informados por
residentes se redujeron en
más de un tercio y los
errores que provocaron la
muerte del paciente
disminuyeron en casi
dos tercios cuando el
límite de 16 horas estaba vigente.
El autor principal del estudio,
Matthew Weaver, epidemiólogo asociado en la
División de Trastornos del Sueño y Circadianos, afirma "sabemos que las personas son propensas a
cometer más errores cuando están privadas de sueño, y los médicos no son una excepción. Lo importante es que podemos ver que intervenciones como
los límites de horas de trabajo pueden tener un efecto significativo. En nuestro estudio, vimos una
reducción dramática en los errores médicos que resultan en
daños o conducen a la
muerte del paciente cuando las horas de trabajo eran limitadas. Es importante que el
riesgo de turnos de trabajo prolongados y el beneficio potencial de los límites sean
transparentes para los pacientes y los proveedores".
A partir de una encuesta nacional prospectiva, los autores decidieron comunicarse con todos los graduados de la escuela de medicina de los
Estados Unidos y todas las personas adicionales que coincidían con un programa de residencia en el país. Un total de
21.000 personas aceptaron participar, siendo un 9 por ciento por ciento de todos los residentes médicos de los
Estados Unidos de
2002 a 2007 y
18 por ciento de los
residentes de
2014 a 2017.
Pacientes y residentes, perjudicados con estos horarios
La investigación descubrió que,
al comparar las dos políticas de horas de trabajo, en las
jornadas de 16 horas se observaba una
reducción del 32 por ciento en los informes de errores médicos significativos, una reducción del
34 por ciento en los eventos adversos prevenibles informados y una reducción del
63 por ciento en los
errores médicos informados que resultaron en la muerte del paciente. Los autores afirman que el estudio es de
naturaleza observacional y se basa en el
autoinforme, que puede estar sujeto a sesgos de recuerdo y autoobservación errónea.
Laura Barger, fisióloga asociada en la
División de Trastornos del Sueño y Circadiano y autora del trabajo, afirma que “hemos estudiado tanto los turnos de duración prolongada (trabajar más de 24 horas seguidas) como las horas de trabajo extendidas, como
trabajar más de 60 horas a la semana, y hemos visto evidencia de daño no solo a los pacientes sino también a los médicos residentes". Por otra parte, realizar
turnos de trabajo de más de 24 horas también llega a asociarse, tal y como afirma Barger, “con un mayor riesgo de sufrir un
accidente automovilístico después de un turno".
Reversión de los límites de horas de trabajo después de 2017
Los
investigadores del estudio se plantean ahora ir un paso más allá, estudiando el impacto de la reversión de los
límites de horas de trabajo después de
2017. Su próxima cohorte incluirá
respuestas a encuestas de
residentes de 2020 a 2023 y pretende examinar cuántos hospitales están utilizando turnos de trabajo extendidos”.
Weaver explica que “ahora que las
regulaciones nacionales una vez más permiten
turnos de hasta 24 horas consecutivas para los residentes de primer año, es importante continuar los
esfuerzos para monitorear los efectos, especialmente en los errores médicos, y extender este monitoreo para evaluar la salud y el bienestar de los residentes también".
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