José A. Puglisi / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
Un examen sin sorpresas. Los candidatos a una plaza PIR se han enfrentado a un modelo de prueba promedio que no ha ofrecido ningún grado de dificultad superior al realizado durante la anteriores convocatorias. Por el contrario, una de las preguntas era exactamente igual a la realizada durante el período 2014-2015.
Evaluación de acceso a las plazas PIR.
|
Una de las pocas diferencias ha sido la introducción de preguntas sobre la guía de clasificación de patologías de la Asociación Americana de Psiquiatría, DSM-5, pero los aspirantes han aclarado que “eran preguntas sin nada distintivo, sino cosas en común con el DSM IV TR, por lo que podías contestarlas sin haber leído el DSM-5”. En este sentido, apuntan que las únicas dificultades que les presentó la prueba fueron los encabezados donde se evaluaban temas vinculados con Biología.
La prueba ha estado marcada por temas relacionados con patología, terapias y evaluación, por lo que se ha seguido con la línea de los años anteriores, manteniéndose incluso la distribución de las preguntas. Las similitudes han sido tantas que, además de la pregunta repetida del año previo, hubo dos iguales dentro de la misma prueba. “Creemos que lo más seguro es que sean impugnadas, por lo que las respuestas de reserva serán importantes al momento de obtener una buena calificación”.
ENLACE RELACIONADO:
Errores ortográficos en el examen FIR (06/02/16)
Encabezados excesivamente largos retrasan al EIR (06/02/16)
El MIR aumenta su dificultad en un examen marcado por 30 imágenes (06/02/16)