Para
Yassin Daoud, aspirante extracomunitario del
MIR 2024, el sistema sanitario español es "uno de los mejores del mundo". Pero este médico nacido en Tánger que ha sido la
tercera mejor nota del cupo extranjero de la prueba, ocupando el
número de orden 108, reconoce que existen trabas dentro del Sistema Nacional de Salud que le llevan a plantearse el ejercer como especialista dentro del mismo, pese a ser uno de sus mayores sueños.
"Mi futuro después de la residencia sigue siendo una incógnita", asegura a
Redacción Médica Yassin, quien tiene prácticamente decidido que se decantará por la especialidad de
Cardiología.
"El sistema sanitario español puede tener sus trabas como el tema de las
listas de espera, pero gozar de una asistencia universal y de una prestación de servicios gratuita me parece un enorme privilegio. Este sería el
gran punto a favor con respecto a Marruecos donde, a pesar de que la sanidad pública se está mejorando poco a poco,
todavía sigue siendo precaria si la comparamos con la española", ha explicado el MIR a
Redacción Médica.
Yassin se crió en Tánger y realizó allí todos sus estudios hasta el bachillerato. Sin embargo, optó por estudiar
Medicina en la Universidad de Granada y a día de hoy reconoce que duda constantemente entre volver a Marruecos o continuar con su vida profesional en el extranjero y aunque quedarse en España sería una de sus mejores opciones, asegura que
sólo lo hará si las condiciones de los sanitarios mejoran: "Lo más probable es que me quede si no en España, en otro país europeo para terminar de consolidarme como adjunto dos o tres años más".
Para él, las
quejas de residentes y adjuntos españoles están "más que justificadas". "No hay más que observar la tendencia creciente que hay de
emigrar a otros países dentro del continente europeo, donde hay una valoración mucho mayor de los médicos. El nivel de formación y el desempeño profesional en España no tiene nada que envidiarle a otros países del mundo, pero las
condiciones laborales como las guardias, los contratos precarios y temporales siguen siendo
lacras contra las que hay que competir", recuerda.
De Marruecos a España para ser médico
El principal motivo que le condujo a presentarse al MIR en España ha sido el contacto que ha tenido desde pequeño con el sistema educativo español. "Mis padres apostaron por que mis hermanos y yo
estudiáramos en instituciones españolas viviendo en Tánger, como el colegio Ramón y Cajal o el IEEE Severo Ochoa, de tal modo que desarrollásemos una visión multicultural. Junto al aprecio que le tengo a este país, son las principales causas que me han llevado a ejercer en España, donde llevo ya siete años", comenta.
"Mis padres siempre apostaron por formarme en centros españoles mientras viví en Tánger"
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Este aspirante extracomunitario reconoce que
no ha tenido "ningún impedimento" con toda la burocracia que conlleva el examen, por lo que decidió presentarse al MIR nada más finalizar la carrera "para aprovechar la inercia teórica que llevaba hasta el momento y evitar someterme a un parón prolongado". Al haber cursado la carrera universitaria en España, no ha tenido que hacer la
homologación de título: "El hecho de que toda mi trayectoria académica y que los estudios hayan sido en español me ha permitido
adaptarme a la cultura y forma de vida española, solventado barreras lingüísticas y diferencias académicas sanitarias".
Un MIR rodeado por sus familiares
La preparación académica fue con
CTO, empezando en sexto de carrera con una primera vuelta que abordó de forma "laxa" ya que no fue hasta junio, con la segunda vuelta y el intensivo, cuando se dedicó a la preparación a tiempo completo: "Me parece que hubiese sido una labor mucho más titánica el haber tenido que pasar el examen sin una academia, a fin de cuentas te proporcionan el material más actualizado y en mi caso con las herramientas me han conseguido amenizar el estudio. Con respecto a
cómo me he organizado el MIR, decidí no complicarme la vida y seguir las directrices de CTO. Considero que no hay fórmula secreta, se resume en disciplina y confianza en uno mismo para conseguir el objetivo".
El día del
MIR, Yassin tuvo la fortuna de que su familia vino a apoyarle ese día, lo que le aplacó los nervios preexamen. "
La dificultad me pareció acorde a la tendencia de los últimos años. Tuve la sensación de que había pasado por una prueba rara y salí con un sabor agridulce pese a haber reconocido muchos conceptos que me eran familiares, porque había otras cuestiones que me parecieron bastante atípicas", reconoce.
La noticia del número de orden la recibió muy pronto: "
Mi padre, en torno a las 5 de la mañana, se encargó de introducir mi plantilla en el programa de CTO. Esta misión ya se la había delegado anteriormente en todos los simulacros que hacía, y el día del examen decidí no cambiar de ritual aunque fuera una situación meramente supersticiosa. Sentí mucho alivio, no me esperaba el resultado", concluye.
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