La
Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) se ha posicionado en contra del posible traspaso del
sistema MIR a Cataluña, un asunto que ya
aparecía en el Estatut catalán y que forma parte del acuerdo de Gobierno PSOE-Podemos. Ha pedido al Gobierno que lo reconsidere porque cree que solo “puede conseguir un
empobrecimiento” del sistema de formación.
Desde CESM, y a través de su
Sindicato Médico Catalán (Simecat), manifiestan que el actual sistema de médicos internos residentes “lleva muchísimos años funcionando de manera eficiente, y que una de las ventajas que tiene es que permite la movilidad de todos los profesionales a cualquier lugar de la geografía española,
con la única limitación del número de plazas que se ofertan”.
Además, en palabras de
Ignacio García, presidente de Simecat, se trata de “un examen justo porque cuenta un 10 por ciento la nota académica y un 90 por ciento la del examen, por lo que resulta muy
equitativo y el sistema donde menos favoritismo puede haber. Es el resultado del examen el que te faculta para elegir cualquier hospital de España. De ahí que todo lo que sea coartar esa libertad de elección consideramos que
empobrece esas posibilidades”.
Las razones
El sindicato médico ha afirmado que el sistema público de salud es uno de los mejores del mundo, tanto en la
asistencia Primaria como Especializada. Ha añadido que uno de los factores claves de su prestigio radica en la
calidad de sus profesionales, formados en su inmensa mayoría mediante el MIR.
Un sistema que, basado en una convocatoria única nacional con libre elección de plaza en todos los centros ofertados, es “justo, eficaz e igualitario”. “Otro aspecto muy positivo del mismo se basa en el
intercambio de médicos entre unas regiones y otras, sólo limitado por el
número de plaza obtenido en el examen”.
Asimismo, ha indicado que todo lo que suponga una limitación a la libre circulación de profesionales, merma de opciones y pérdida del carácter global de dicho sistema supone “un ataque directo a lo mejor que éste posee:
igualdad de oportunidades, posibilidad de formación en cualquier hospital de España y coordinación entre las diferentes autonomías. Introduce discriminación y abre la puerta a arbitrariedades”.
“Elude, soslaya y oculta el tema fundamental de la necesidad de mayor financiación de toda la sanidad,
problema actual y básico pendiente de su decidido y prioritario abordaje”, ha señalado el sindicato.
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