La prueba MIR se podrá realizar antes de navidad. Al menos esa es la petición que sigue firme por parte de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, al considerar que un plazo de once meses entre el final del grado y la celebración del examen entorpece el continuo formativo. La iniciativa, que no cuenta con el visto bueno del Ministerio de Sanidad y de los estudiantes de Medicina, ha sido respaldada por la Organización Médica Colegial, quienes concuerdan con los decanos que los estudiantes del sexto año cuentan con las tardes libres, tiempo suficiente para avanzar en un año su preparación para el MIR.
La medida, que también conllevaría al adelanto del resto de las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada, no cuenta con el apoyo de los psicólogos, quienes toman el camino opuesto: retrasar la prueba en 12 meses.
¿Cómo surge la propuesta de adelantar la prueba MIR?
Juan Antonio Vargas explica la posibilidad de adelantar la entrega de las certificaciones de grado.
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Juan Antonio Vargas, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid: El estudiante de Medicina tiene sus seis años de carrera y, de repente, tiene una pausa de once meses entre el periodo de preparación, realización de la prueba e incorporación al MIR. Parece como si, de repente, se rompiera el concepto del continuo educativo.
Por el abordaje del Plan Bolonia, los estudiantes de sexto año de Medicina están en un proceso similar a un residente de año cero. De ahí, que considerásemos la posibilidad de adelantarlo. Durante la última asamblea de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina se plasmó esta iniciativa dentro de un documento más amplio del MIR, donde coincidíamos en que lo más adecuado es adelantar la evaluación.
Un adelanto del MIR conllevaría a uno del PIR, ¿qué valoración realiza al respecto a la propuesta?
Juan Torres, voluntario de la Plataforma por una Atención Psicológica Pública e Integrada (APPI): Nuestro plan de estudios es diferente al de Medicina. Desde la Plataforma consideramos que, en lugar de adelantar la evaluación, lo recomendable sería atrasarla hasta junio. Es decir, terminaríamos el grado en mayo-junio y entonces tendríamos todo un año para preparar la prueba. Considerando que tenemos el ratio más alto dentro del acceso a formación especializada, la medida nos favorecería bastante.
Fernando Rivas, vocal de médicos con empleo precario de la Organización Médica Colegial (OMC): En la OMC opinamos igual que los decanos: la prueba debería adelantarse. Creemos que el continuo formativo debe mantenerse y la fórmula está en acercar los tiempos de incorporación a la siguiente fase de la formación del médico. Mirándolo también desde una perspectiva global, los residentes terminan la especialización en una época del año en la que serán contratados para un período de vacaciones, por lo que si adelantamos el examen y su incorporación también podríamos evitar que sus incorporaciones estén en línea con los contratos veraniegos.
No creo que sea imposible adelantar el MIR, porque anteriormente ya se hizo. Recuerdo que hubo épocas en las que la prueba se realizaba en noviembre-octubre, y en febrero-marzo. No hay argumentos para decir que “no se puede hacer por inviabilidad”.
¿Es logísticamente viable adelantar la prueba de acceso a la formación sanitaria especializada?
Emilia Sánchez recuerda los retos logísticos que conllevaría el adelanto del MIR.
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Emilia Sánchez, directora general de Planificación, Investigación y Formación de la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid: Es tremendamente complejo gestionar alrededor de 17.000 solicitudes con diferentes titulaciones. Porque no estamos hablando solo de médicos, también de farmacéuticos, químicos, biólogos, psicólogos, radiofísicos y enfermeros. A pesar del volumen de solicitudes, en dos o tres meses, se exhiben las listas provisionales, listas admitidas, se buscan los lugares de exámenes y todos los interventores.
Quizá lo mejor sería adelantarlo un poco. Sin embargo, los decanos deberían plantearse primero que las certificaciones de grado estén para antes de junio-julio, ya que son estos documentos no se pueden presentar a la prueba MIR. Además, haría falta conocer cuál es la preferencia de los estudiantes de Medicina y otras profesiones sanitarias, quienes quizá desean disfrutar de su año sexto de Medicina, terminar, y después empezar a prepararse.
¿Se están tomando medidas desde los decanatos para evitar una entrega tardía de las certificaciones de grado?
Juan Antonio Vargas: Aunque puede quedar alguna facultad aislada, con el Plan Bolonia lo que antes se hacía en junio pues se hace en mayo, y lo que era el antiguo septiembre se hace en junio. En mi facultad, por ejemplo, el 4 de julio hemos cerrado actas de una manera completa, con lo cual a partir de ese día está todo terminado. Lo mismo ocurre la gran mayoría de facultades y, por tanto, mandar un certificado durante el mes de julio, lo veo muy sencillo, muy fácil.
Además, recalco que durante el sexto año de Medicina es un rotatorio clínico, lo que significa que de ocho a tres están en el hospital o en el centro de salud, por lo que tienen la tarde libre para poder preparar el MIR. Si acortamos, por tanto, el tiempo a cinco o seis meses, el candidato tendrá un plazo de prácticamente un año y medio para preparar la evaluación y para vivir, ya que también deben tener tiempo libre.
¿Consideran que un año y medio es tiempo suficiente para la preparación de la prueba?
Juan Torres: En Psicología no. Habría que preguntar a los estudiantes del último año si quieren llegar a febrero, o sea, al examen PIR, con la lengua fuera y digamos un poco así a mata caballos. A nosotros, desde luego, nos favorecería el atrasar la prueba al mes de junio y que las incorporaciones se hagan, por ejemplo, en septiembre, cuando vuelve a la normalidad el sistema.
Juan Torres, voluntario de la Plataforma APPI; Juan Antonio Vargas, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid; José A. Puglisi, periodista de Sanitaria 2000; Fernando Rivas, vocal de médicos con empleo precario de la OMC; y Emilia Sánchez, directora general de Planificación, Investigación y Formación de la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
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¿Un adelanto de la prueba MIR conllevará a una inscripción más temprana en las academias?
Fernando Rivas: Si lo adelantan más tendrán que apuntarse en primero. He visto que las academias están ofertando sus cursos en el cuarto de Medicina, lo que me parece una auténtica salvajada. No entiendo por qué hay que retrasar la prueba, ¿para dar más tiempo a la gente a prepararlo? Yo entiendo que el que acaba una carrera ha demostrado los suficientes méritos y conocimientos como para poder hacerlo, con lo cual está preparado para poder ejercer o poder acceder a una prueba selectiva.
¿Las academias qué papel juegan? Nadie lo sabe, porque como no podemos hacer un estudio de casos y controles en los cuáles unos se preparen y otros no se preparen, no sabemos cuánto influyen. Sí sabemos, que la gente que hemos ido a academias vemos mejoras en nuestro nivel, pero tampoco se varía mucho en el percentil en el que uno se mueve desde la primera prueba que hace al llegar a la academia y la prueba del examen MIR. Adelantar la prueba, sinceramente, no cero que vaya a cambiar en nada. Como dije, ya he visto ofertas a estudiantes para apuntarse a la academia en cuarto
Emilia Sánchez: Hago un símil con los Juegos Olímpicos. Los que van allí [a la prueba MIR], ya son atletas, son deportistas. Si va uno sin haberse preparado antes, no es nada. Pero el entrenador le asienta. Y a lo mejor ese es el papel que hacen las academias.
Los chicos que he conocido a lo largo de la vida dicen que las academias les fijan los conocimientos adquiridos en la facultad. Es decir, no harían nada yendo a la academia desde el principio, aunque sí hacen que la gente se siente más segura. En este sentido, tampoco tenemos que dar como tanta importancia a las academias, o tan poca. Por eso están ahí, para cubrir un hueco entre las inseguridades de los recién graduados.
¿El adelanto de la prueba MIR facilitaría la creación de un temario?
Juan Antonio Vargas: Los médicos tienen que examinarse de todas las competencias que están en una Orden Ministerial. No creemos que un temario sea adecuado, ya que, de tenerlo, corremos el riesgo de que, por ejemplo, se estudien la insuficiencia cardíaca pero no las valvulopatías. Eso yo creo que no sería lo adecuado.
Juan Torres plantea la posibilidad de retrasar las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada.
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Juan Torres: Obviamente nos tenemos que examinar de todos los conocimientos y aptitudes que hemos estado adquiriendo durante la carrera. Pero sí que es verdad es que lo que nosotros también venimos reclamando es un examen PIR, en nuestro caso, libre de erratas, y, sobre todo, muchas preguntas basadas o justificadas en una bibliografía. Eso evitaría las confusiones, ya que hay ciertas teorías que en un autor es una cosa y otro es otra.
¿Qué otros cambios propone la Conferencia Nacional de Decanos para el MIR?
Juan Antonio Vargas: El expediente académico vale un 10 por ciento, desde la Conferencia siempre nos ha parecido que es un porcentaje pequeño. Cuando me examiné del MIR valía un 50 por ciento, ahora vale la mitad. Es verdad que luego todo se ha ido disminuyendo un poco porque se ha hablado un poco de las diferencias que podía haber entre centros, o incluso con personas que viniesen de centros del extranjero. Pero de alguna forma creemos que la valoración del expediente en cuanto a porcentaje, podría revisarse al alza. En este sentido, sólo sería otro trámite administrativo que de alguna manera habría que hacer.
Además, las notas de todas las facultades de Medicina salen en el formato de 5 a 10, por lo que creemos que se debe abandonar el formato de aprobado, notable, sobresaliente y matrícula para ir a la nota que verdaderamente ha sacado el estudiante en el grado. Tenemos estudiantes que pueden sacar un 8,7, un 8,8, respecto a estudiantes que pueden sacar un 9,1. Pues el expediente que tiene un 8,7 o un 8,8, en la prueba del MIR tiene dos puntos, porque el notable vale dos puntos, y el que tiene 9,1, que es sobresaliente, tiene tres. Hay cuatro décimas de diferencia, pero realmente luego un punto.
Con lo cual, esas dos propuestas también las tenemos encima de la mesa. Aumentar el valor del expediente, pero ponderando la nota sobre la facultad correspondiente, e ir al formato de 5 a 10.
Juan Torres: Nosotros no estamos de acuerdo con los decanos. Nosotros tenemos el ratio más alto, por lo que añadir más dificultad sería ir hacia atrás. Consideramos que también crearía un poco de desigualdades entre alumnos que vienen de unas facultades y otras, entre universidades privadas y universidades públicas.
Fernando Rivas analiza el papel de las academias en la preparación de la prueba MIR.
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Fernando Rivas: Estamos absolutamente de acuerdo con los decanos. No se pueden dejar de lado cuatro o seis años de desarrollo. En este sentido, si uno ha estado seis años estudiando tiene que demostrar que esos conocimientos se van a traducir también en una nota posterior. Por eso pensamos que un 10 por ciento es un porcentaje bajo. En cambio, si fuera un poco más alto, un 20 o 25 por ciento, discriminaría mucho mejor, y animaría también a los estudiantes a no centrarse únicamente en una prueba, porque entonces está invitando a pensar que haré lo que sea durante estos seis años y luego, eso sí, esfuérzate y haz un examen de 10.
Emilia Sánchez: Todavía hay una variabilidad importante en las facultades de Medicina, por lo que es necesario hacer un estudio en el que pudieran aflorar esas variabilidades que no están sujetas a ningún criterio objetivo. En este sentido, pienso que el expediente del 10 por ciento fue una orden objeto de muchísimo consenso, y que además la lideró el subdirector general, que había sido decano. No veo la necesidad de mover este aspecto.
Lo que sí que me parece fundamental es el tema de las notas. Aunque informáticamente costará hacer el programa, una vez que lo ruedas es muy sencillo. En este aspecto sí que se puede discriminar clara y nítidamente entre el chico del 9,1 y el del 8,9.
¿Cómo han sido recibidas estas propuestas por el Ministerio de Educación y de Sanidad?
Juan Antonio Vargas: Uno de los aspectos que creo que habría que hacer es sentarnos junto a Sanidad y Educación. Creo que por Educación no habría así especialmente ningún problema, pero también hay que tener en cuenta que el MIR pues quien lo hace es el Ministerio de Sanidad. Hemos tenido algunas reuniones, pero hemos podido ver que la idea de adelantar la fecha del MIR no cala adecuadamente, a lo mejor podría calar si vamos poco a poco.
En cuanto al incremento del porcentaje, consideran que el 10 por ciento es el adecuado, y respecto a lo del 5/10 no dicen que no, comentan que administrativamente podría ser complicado, pero no veo dónde está la complicación cuando realmente el Ministerio de Educación transforma las notas sin mayor problema.
¿Cómo valoran los cambios realizados por el Ministerio de Sanidad en las pruebas de acceso a la formación especializada?
Juan Torres: Le damos una bienvenida estupenda a la propuesta de quitar un distractor de cada pregunta. No obstante, nuestra principal reivindicación es que se haga una prueba que sea pues lo más libre de errores y basada en una bibliografía, en unos autores que se especifiquen.
Emilia Sánchez: Valoro positivamente la prueba. Con los años se han ido mejorando de manera significativa los aspectos del examen. Me encanta la eliminación de un distractor porque aumenta el tiempo para que el candidato lea bien las preguntas.
Fernando Rivas: Con el paso de los años ha ido mejorando la prueba notablemente. En eso han contribuido todas las personas que, con el paso de los años, han ido opinando sobre ella con mayor o menor vehemencia. También se ha avanzado mucho el tema de imágenes, para ayudar a poder medir también los conocimientos más prácticos. Es cierto que quedan algunos flecos, está siempre el debate de la Examen Clínico Objetivo Estructurado (ECOE).
¿Cómo se imaginan la prueba de acceso a la formación especializada del futuro?
Conclusiones del debate de sanitaria 2000.
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Emilia Sánchez: Al MIR del futuro lo veo en continua mejora. Lo que hay que hacer es mantenerlo y estar atento a todas las novedades, no ser complaciente. En este sentido, me gustaría que, en el futuro, el MIR siga siendo un sistema magnífico del que nos sintamos orgullosos todos los españoles.
Fernando Rivas: Creo que como prueba podemos estar satisfechos, se han ido implementando mejoras y, seguramente, el MIR del futuro traerá otras novedades, que ahora no se nos ocurren, pero seguro que vendrán. Todo irá mejorando con pequeños detalles, ya que seguro ayuda. En cuanto a la formación especializada, estamos a la espera de que se vayan introduciendo todos los cambios que la troncalidad traerá. Eso sí que va a ser un paso para la formación importante, porque llevamos más de 30 años con un modelo que ha sido exitoso, pero también, como cuando uno crece, hay que irle ajustando la camisa y cambiarle el pantalón.
Juan Antonio Vargas: El hecho de mantener el examen MIR es algo a imitar, por muchas otras cuestiones. Es verdad que se pone encima de la mesa la posibilidad de que el ECOE sea parte del MIR, pero el problema es que esta evaluación necesita una gran infraestructura, y lo veo muy complicado hacerlo de una manera objetiva a nivel del país.
Juan Torres: Pues en cuanto al examen PIR del futuro, nos gustaría una prueba libre de errores y que no haga al aspirante sentirse en una situación de indefensión frente a un examen, evitando que hayan preguntas que no sean posibles de resolver porque tienen dos autores o ese tipo de cosas.
Primera parte del debate de Sanitaria 2000.
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Segunda parte del debate de Sanitaria 2000.
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