José A. Puglisi. Madrid
El ‘nuevo MIR’ ha comenzado con el pie derecho. El revolucionario modelo presentado por los ministerios de Sanidad y Educación ha salido a la luz con el apoyo inicial del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), que ha valorado la iniciativa como “un cambio necesario”, pero al que aún quieren evaluar con mayor detalle. “Es un importante paso, pero queremos comprobar que los cambios no generarán ningún tipo de consecuencias negativas en los estudiantes, por lo que analizaremos todos los puntos, en especial, la reducción del número de distractores”, ha precisado a Redacción Médica el vicepresidente del consejo, Domingo Sánchez.
Domingo Sánchez, vicepresidente del CEEM.
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A pesar de que el CEEM está a favor de la propuesta presentada por Educación, cree que aún se pueden incorporar una serie de cambios que beneficien, aún más, a quienes se presentan a la prueba MIR. En este sentido, consideran imprescindible dar una vuelta a la valoración del expediente académico de los candidatos, pasando de la actual escala (que pondera del 1 al 4) a una sobre 10 puntos. “Creemos que es injusto que se equipare el trabajo que han realizado dos estudiantes durante el desarrollo de una asignatura cuando puede llegar a haber una diferencia de hasta 1,9 puntos, como por ejemplo, en el caso de tener un notable (ponderado como 2 puntos) que abarca desde el 7 al 8,9”, precisan.
Con respecto al expediente académico, el CEEM asoma la posibilidad de un baremo, que sea capaz de poner punto final a las “desigualdades que puedan existir en cuanto a las exigencias de cada centro, reflejadas posteriormente en diferente ponderación del expediente”. Los estudiantes consideran que, por medio de este modelo, se fomentaría un “acceso libre e igualitario con independencia a los centros formativos”. En línea con la igualdad académica, también se plantea una comparación entre la media de los expedientes de los estudiantes y de sus resultados en el MIR, permitiendo contar con una perspectiva más exacta de la situación real de los egresados.
Cambios en la prueba
Si bien los ministerios anunciaron que reducirían a cuatro los distractores en la prueba MIR, los estudiantes tienen un par de ideas más en relación al examen. La primera, valorar la viabilidad de la inscripción en la convocatoria con el cierre de actas de las convocatorias extraordinarias de septiembre y diciembre en las distintas facultades y, en el caso de que sea imposible por los plazos de tiempo, abrir una clausura para que los estudiantes afectados puedan presentar un justificante (junto a su inscripción al MIR) que certifique su presentación a las asignaturas pendientes.
El CEEM también plantea que el Ministerio de Sanidad publique un temario, similar al incluido en los programas de distintas oposiciones estatales. “Este temario versaría sobre los contenidos que se valorasen más relevantes para el acceso a la Formación Sanitaria Especializada y que, como tales, se corresponderán con los desarrollados durante la carrera universitaria”, explican. Asimismo, piden que se indiquen las referencias bibliográficas correspondientes que constituirían la base de la preparación del examen por parte del estudiante.
Igualdad académica
El CEEM, con el objetivo de fomentar la igualdad académica, concluye sus propuestas con dos puntos: el primero, una invitación al Ministerio de Sanidad para modificar el sistema de nota de corte, al considerar “que se aleja del objetivo inicial de ordenar a los candidatos mediante un marco equitativo”. El segundo, habilitar la posibilidad de que el examen MIR pueda realizarse en lengua castellana o lenguas cooficiales, “sin que suponga un coste adicional para los que se presenten al mismo”, precisan.