La llegada de las preguntas con imágenes al
examen MIR supuso un antes y un después en la dificultad del examen. Desde su llegada, la calidad de las mismas han ido mejorando progresivamente, así como el número total de fotografías que se deben de analizar, según el enunciado de la pregunta. Las tres últimas convocatorias de la
prueba MIR adjuntaron 30 imágenes, frente a las 17 que acompañaban a los exámenes de las convocatorias de 2013 y 2012. Pero,
¿qué sucedería si el examen MIR de 2018 superara la treintena de imágenes?
Esta es la pregunta que se hace
Rubén Martín (@RubenMatins), residente de Medicina Interna y Tutor de la A
cademia CTO en Madrid. “¿Qué hacer si aumenta el número de preguntas con imagen el día del
#2MIR18?”, escribía en un tuit haciendo visible una hipótesis que se puede dar en la prueba del próximo 10 de febrero.
Por ello, el propio Martín intenta responder a esta cuestión en el hipotético caso de que sucediera con una sencilla regla matemática. “Si son 50 preguntas o más, haz un cálculo rápido para asegurarte de que distribuyes bien el tiempo en el examen, de tal manera que se
equilibre entre las preguntas con imagen y las puramente teóricas”, afirma.
En este sentido, lo único seguro hasta la fecha es que el examen MIR tendrá 225 preguntas –más 10 de reserva- de respuesta múltiple (cuatro opciones) de medicina, que debe contestarse en un máximo de 5 horas
. Cada pregunta acertada vale 3 puntos y cada pregunta fallada resta 1 punto.
Teniendo en cuenta estos factores,
Rubén Martín pone un ejemplo drástico: “Imaginemos que este año caen 100 preguntas con imagen. Habría 135 sin imagen a las que dedicar mínimo un minuto por pregunta, y por tanto, 2 horas y 30 minutos aproximadamente. Así, el tiempo para hacer las otras 100 preguntas con imagen sería de otras 2 horas y 30 minutos”. Con esta explicación este joven
MIR de Medicina Interna intenta evidenciar la importancia del factor tiempo con la que consta el examen.
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