El nuevo presidente de la
Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, Pablo Lara, llega al cargo
“preocupado” por la formación que se imparte en los centros universitarios. Quiere que tanto el grado, el postgrado como la investigación en la docencia sean “de la mayor calidad posible”.
Redacción Médica ha charlado con el actual decano de la
Universidad de Málaga, que ha asegurado que uno de sus principales objetivos durante esta nueva etapa, siguiendo los pasos de su antecesor
José Luis Álvarez-Sala, es controlar la
proliferación de nuevas facultades de Medicina en España. Denuncia que esta situación genera dos ‘numerus clausus’: “uno para acceder a las facultades y otro para acceder a la
formación MIR".
¿Qué retos asume con su llegada a la Presidencia de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina?
Nuestra preocupación es que la formación que se imparte en nuestros centros, tanto de grado como de posgrado y la investigación que desarrollamos, sea de la mayor calidad posible. Y eso depende de las personas y de los recursos de los que se disponga. En este sentido, nos preocupa el déficit de profesorado permanente "estable" que venimos padeciendo, de tal manera que al 20 por ciento estimado que ya hemos perdido en la última década, se añadirá un 43 por ciento adicional en la década siguiente, afectando especialmente al profesorado vinculado con los centros sanitarios que alcanzará un muy preocupante 55 por ciento.
¿Cómo afecta esta situación a las facultades de Medicina y a sus profesores?
El actual modelo de las facultades de Medicina está en juego. La solución no es sencilla ya que los criterios de acreditación para las figuras docentes de profesor titular y catedrático han aumentado su exigencia; los primeros resultados muestran una tasa de informes favorables muy baja, peor que la obtenida con los criterios anteriores donde además la rama de Ciencias de la Salud ya obtenía las tasas más inferiores. Como necesitamos profesorado permanente, estamos también intentando promocionar la figuras de profesado mediante contrato laboral indefinido, vinculado o no, como el Contratado Doctor o Profesor Agregado, para que sean una realidad en todo el territorio nacional.
¿Cuál es su diagnóstico sobre la proliferación de nuevas facultades de Medicina?
Hemos denunciado desde hace muchos años el aumento del número de facultades de Medicina, que han ido apareciendo sin criterios académicos ni sanitarios y, en paralelo, el aumento del número de alumnos de ingreso cada año. En ambos indicadores, estamos muy por encima de la media europea y por encima de las necesidades de una profesión tan regulada como la nuestra. La presión social no puede ser el principal motivo por el que aumenten las plazas en nuestras facultades. Por ésta y otras razones, se está produciendo un desequilibrio creciente entre los egresados y la oferta de formación especializada. En la última prueba MIR, la proporción era más de dos candidatos por cada plaza; hay que recordar que hay dos "numerus clausus" en Medicina, uno para acceder a las facultades y otro para acceder a la formación MIR.
Tenemos que ser capaces de introducir metodologías docentes que faciliten el autoaprendizaje
|
¿Y su tratamiento?
Hemos transmitido en diversas ocasiones estos aspectos a las administraciones públicas de Educación y Sanidad, nacionales y autonómicas, y lo seguiremos haciendo pues pensamos que es lo más adecuado para la profesión médica y, por tanto, para los pacientes. Quizá el reto fundamental que nos planteamos es cómo conseguir que esta situación se traduzca en decisiones políticas por parte de nuestros gestores.
¿Qué hay que implementar o eliminar en la formación de los futuros médicos?
Tenemos que ser capaces de coordinar e integrar mejor la formación desde las distintas áreas del conocimiento, introducir metodologías docentes que faciliten el autoaprendizaje de los estudiantes y el trabajo en equipo e incidir en la formación en metodología de investigación y en la relación médico-paciente.
Durante estos últimos años se habla de una falta de médicos. ¿Considera que es así? De serlo, ¿cuál es la correcta forma de abordarlo?
Seguimos sin un registro de profesionales sanitarios; los datos disponibles siguen sugiriendo que es una mala distribución más que un déficit; también en este aspecto estamos por encima de la media europea.
A día de hoy hay cinco mujeres entre los 34 decanos de Medicina en las públicas. ¿Cómo valora esta situación en una profesión tan feminizada? ¿Va a tomar medidas para aumentar el número de mujeres en altos puestos dentro de la formación académica de la Medicina Española?
Solicitaremos una reunión con los ministros de Universidades y Sanidad, pues las facultades de medina requieren medidas urgentes conjuntas
|
Las facultades de Medicina que forman parte de la conferencia son 42, incluyendo las públicas y privadas. El número actual de decanas es de siete (5 en facultades públicas) y va aumentando progresivamente, lo que para mí es una buena noticia. Coincide con la mayor feminización de la profesión que llega también a este puesto de responsabilidad, que en las universidades públicas es un cargo académico electo.
¿Han tenido ya algún acercamiento con los representantes ministeriales de Sanidad y Universidades?
Les felicitamos desde la Conferencia tras su nombramiento y estamos a su disposición. Les vamos a transmitir en estos días los principales documentos que estábamos trabajando con los equipos anteriores así como a solicitar una reunión conjunta con ambos ministerios pues las facultades de medicina requieren medidas urgentes conjuntas.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.