¿La preparación del
examen MIR y el exponerse al estudio constante de patologías
puede provocar hipocondría en los estudiantes? Esta fase es generalmente muy intensa para quienes sueñan con ser futuros médicos especialistas y
leer cada día sobre cuadros de enfermedades o síntomas puede llegar a
poner en alerta a los propios MIR sobre si esa enfermedad que están estudiando, realmente la padecen. Lo cierto es que
el MIR y la hiponcondría no tienen una relación causa-efecto, pero tiene una respuesta clara: la
ansiedad y el estrés que genera el examen.
Uno de los aspirantes al MIR publicó recientemente en su cuenta de Twitter,
@DepreMIR, un hilo con las posibles "hipocondrías" que le fueran surgiendo durante la
fase intensiva de la preparación MIR. Así, reconoció que había llegado a pensar que padecía
"espondilolistesis istmica" porque le dolían las lumbares y no llegaba a tocarse la punta de los pies con las piernas en extensión. Además, también reconoció un
miedo a tener Ca gástrico "por comer sushi y helados" o incluso compresión del nervio cubital y meralgia parestésica "por parestesias a la flexión forzada del codo y de la pierna".
Sin embargo, el aspirante insiste en que no cree que sea solo el MIR, sino toda la carrera. "Al final
conocemos durante muchos años la Medicina teórica y valorar los sintoma de forma aislada hace que se pueda tender a sobrevalorar lo que nos ocurre.
Aún nos falta conocer a fondo la realidad clínica, que te da una visión mas global. Creo que vas notando enfermedades conforme las vas estudiando, porque leer quizás algun caso clinico o alguna sintomatologia te trae a la mente algo que te pasa a ti", asegura.
Ansiedad, la respuesta a la "hiponcondría MIR"
La ansiedad durante estas fases de preparación es, según los psicólogos, la
respuesta a estos aparentes casos de hipocondría.
María Latorre, responsable del departamento de Psicologías de MIRCoach, insiste a
Redacción Médica en que preparar el MIR es un "momento vital" en el que el alumno puede padecer más estrés. "Esto puede favorecer que personas que estén de alguna manera predispuestas, empiecen a desarrollar cierta sintomatología. Pero, desde mi punto de vista, suele ocurrir en personas que ya han padecido esto anteriormente.
El MIR no es la causa ni el problema. Si me apuras, ni siquiera los pensamientos son el problema. Detrás de una patología casi siempre hay un por qué y eso es lo que hay que tratar para hacer desaparecer el síntoma", reconoce Latorre.
Por su parte,
Pedro Altungy, psicólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, explica que se trata de algo "individual" y que leer constantemente acerca de estas patologías muestra las dos caras de una misma moneda. "Por un lado,
podría sensibilizar más a los estudiantes y hacerles más proclives a tener preocupaciones pero por otro lado también
te expone a ello y te acostumbra o se normaliza. Quizás en todo caso pueda ser un
factor de vulnerabilidad en los primeros años de carrera, cuando te expones por primera vez a ese mundo, pero después de seis años estudiando tantos cuadros patológicos lo normal es que se produzca un efecto de habituación", asegura.
Diferenciar la "anécdota" del trastorno real
No solo durante el MIR, también durante la carrera y el constante estudio hace que las patologías que se estudian se relacionen con enfermedades "que hayas visto en tu entorno o que incluso te plantees la posibilidad de padecer alguna". Así lo explica otra de las aspirantes,
@aMIRgada24, quien insiste en que la hipocondría es "algo muy serio" y que suele tomárselo como "anécdota con sus compañeros" ya que a la mayoría les ocurre.
"
La hipocondría es una trastorno real con un diagnóstico psiquiátrico que limita la vida de las personas que la tienen, por lo que creo que no es correcto decir que te vuelves más hipocondríaco por estudiar el MIR, pero lógicamente
si la padeces probablemente no te ayude pasarte horas leyendo sobre enfermedades. En mi caso, no considero que me haya afectado en absoluto, pero sí que el hecho de estudiar síntomas característicos de enfermedades puede hacer que te autodiagnostiques cosas erróneamente (o no). De todos modos, si esta situación afecta a la salud mental por supuesto que
sería necesario pedir ayuda profesional", recomienda.
@DepreMIR reconoce también que la hipocondría genera "mucho sufrimiento a las personas que la padecen" y no le gusta usar ese término. "Al final
usamos a diario palabras relacionadas con problemas de salud mental que pueden acabar quitandole importancia y minusvalorando lo que estas personas sienten de verdad. En nuestro caso, yo pienso que es algo momentáneo, y de ninguna manera te conlleva el sufrimiento ni la angustia que le genera a los pacientes que tienen hipocondría", añade.
"La ansiedad puede favorecer que personas que estén de alguna manera predispuestas, empiecen a desarrollar una patología"
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Cómo abordar la hipocondría desde la Psicología
El
abordaje de esta situación desde la Psicología va a depender "en gran medida" del tipo de pensamientos y de la gravedad de cada paciente. "No es lo mismo tratar a una persona que tiene algunos pensamientos recurrentes que a otra a la que le resulta imposible concentrarse porque no puede soportar el nivel de ansiedad que le genera el hecho de exponerse al estímulo ansiógeno", concreta Latorre. Sobre los posibles abordajes, la psicóloga recomienda el
enfoque integrador, según el cual puedes utilizar distintas herramientas para adecuarlas a la persona que acude a ti, aunque la
psicoterapia cognitivo-conductual es "la más extendida". "Se trataría de detectar los pensamientos que son disfuncionales y trabajar con ellos, tratando de modificarlos y/o sustituirlos por otros mucho más adaptativos. Paralelamente podemos
proporcionar técnicas conductuales de reducción del estrés y la ansiedad, porque no olvidemos que si reducimos el malestar que genera la presión del examen también vamos a lograr disminuir la ansiedad por enfermedad", analiza.
Personalmente, Latorre no se ha encontrado con ningún caso en el que los síntomas hayan aparecido exclusivamente a partir de la preparación del examen. "Habitualmente
son personas que ya han presentado preocupación por padecer una enfermedad grave con anterioridad y la presión de preparar el examen se convierte en un detonante de esa ansiedad que la persona ya trae de base. Realmente suele ser un trastorno crónico que fluctúa y los eventos causantes de estrés suelen favorecer que resurjan", señala.
La forma de detectar es "igual que el resto de patologías en Psicología", el propio paciente es quien transmite una preocupación excesiva, que puede llegar a ser miedo, por padecer una enfermedad grave. "No obstante, no podemos ponerle la etiqueta diagnóstica simplemente por presentar estos pensamientos porque hasta cierto punto son normativos, es decir, todo el mundo los tiene en mayor o menor medida.
Es necesario que se cumplan otros criterios para realizar el diagnóstico pertinente", concluye.
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