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¿El menú perfecto para enfrentarse al examen MIR? Estas son las claves

La dietista-nutricionista, Rocío Maraver, da varios consejos para llegar a las pruebas de FSE llenos de energía

Lo mejor para ese día es una comida ligera.

09 feb 2018. 09.10H
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POR JESÚS ARROYO
Cinco horas y 225 preguntas separan de una plaza MIR a los 14.448 aspirantes que este sábado se disputarán una de las 6.513 plazas ofertadas por el Ministerio de Sanidad. Para todos, el examen más importante de sus vidas. Por ello es fundamental presentarse a la cita con un plus de energía, que se puede obtener perfectamente a través de un menú especial.

Redacción Médica se ha puesto en contacto con Rocío Maraver, dietista-nutricionista, que explica que “al ser un examen tan largo, es necesario que nuestro cerebro tenga un correcto aporte de glucosa para rendir bien durante toda la mañana y la tarde. Por eso hace falta contar con un menú singular para ese gran día”.

Desayuno nutritivo

Pero el menú ideal para los aspirantes a las pruebas de Formación Sanitaria Especializada comienza desde primera hora de la mañana, cuando la mayoría coja por última vez sus apuntes para dar el último repaso al temario. "A esa hora es necesario la elaboración de un desayuno que nos aporte hidratos de carbono complejos, proteínas y grasas de buena calidad. Un ejemplo pueden ser unas tostadas de pan integral con aguacate y un alimento rico en proteínas como el salmón el huevo, la pechuga de pavo o  el queso fresco”, explica. 

Deben comer temprano y escoger una comida ligera para que el organismo no se resienta a lo largo del examen


Aun así, no todo vale en el desayuno. Rocío Maraver recomienda evitar “la bollería, las galletas y los zumos porque aunque sean un aporte de hidratos de carbono simples, al no tener nada de fibra se van a digerir muy pronto, por lo que la sensación de hambre va a aparecer de forma repentina y brusca mientras estemos haciendo el examen".

Comida ligera

El examen comenzará a las 16:00 horas de la tarde, por lo que los admitidos deben de estar en sus aulas 30 minutos antes. Por este motivo, los aspirantes deben “comer temprano” y escoger “una comida ligera” para que el organismo no se resienta a lo largo de la prueba. 

“Lo ideal es escoger un menú ligero, no muy copioso ni con mucha grasa para que después de comer no sintamos pesadez ni cansancio. Lo ideal sería una verdura o una ensalada acompañada de una carne baja en grasa o pescado”, señala Rocío Maraver.

Precisamente, la tarea más difícil para los admitidos será mantener la concentración durante las cinco horas que dura el examen. Para ello, Maraver afirma que “hay alimentos que pueden ayudarte a tener una buena concentración durante esa jornada como el aguacate, las nueces o el chocolate negro (70 por ciento)”.

“Estos alimentos son ricos en ácidos grasos omega-3 y antioxidantes como los flavonoides del cacao. Estos nutrientes favorecen la concentración y la memoria y además son beneficiosos para la circulación sanguínea, ya que reduce la presión arterial y mejora el flujo de sangre al cerebro. Una buena idea para recuperar fuerza durante el examen sería tres o cuatro nueces peladas y una onza de chocolate negro”, reafirma la experta en Nutrición.

No a las bebidas energéticas

Durante estas fechas, la mayoría de estudiantes abusan del café y de las bebidas energéticas. La propia OMC alertaba del peligro de las mismas en el organismo. Maraver comparte esta opinión y señala que “el estado de nerviosismo y ansiedad de ese día se puede agravar si abusamos de bebidas como el café, el té o bebidas energéticas”. Por ese motivo, recomienda, “reducir la cantidad de este tipo de bebidas para ayudar a un buen descanso la noche anterior y así llegar con el máximo de fuerzas al examen”.

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