Si hay algo que condiciona el día a día en cualquier puesto de trabajo es la relación entre los
compañeros de equipo y el ambiente que se 'repira' junto a ellos. Pese a la
vocación tan marcada que la caracteriza, la
Medicina no es una excepción, y un ejemplo ilustrativo de ello son los rotatorios que hacen los residentes durante los 4 años de
MIR. Hay casos en los que, pese a no tratarse de su especialidad soñada, estos médicos viven experiencias igual o más satisfactorias en otros servicios única y exclusivamente por la afinidad con el resto de
profesionales sanitarios que los conforman.
Celia Mora es actualmente R2 de
Medicina Familiar y Comunitaria, y a día de hoy está más que contenta con "el ambiente y compañerismo" del que se disfruta en su centro de salud. De hecho esta es la parte que más le gusta de su trabajo después de "la cercanía con los pacientes" de la que disfruta en la
Atención Primaria. En su opinión, ambos factores pesan por igual y "no hay una sin la otra" para una experiencia laboral óptima. "Al llevar a cabo tu trabajo es esencial que el equipo que te acompaña en el proceso también te haga sentir cómoda", asegura. Si se encuentra el
equilibrio entre vocación y equipo, Mora opina que además del propio sanitario "se beneficia también el paciente".
¿El ambiente laboral influye en el MIR?
En el hipotético caso de tener que elegir entre la
especialidad de sus sueños con malos compañeros o cualquier otra rama de la
Medicina con un buen equipo, esta residente elige sin dudas la segunda opción. "No hay que olvidar que tratamos con el
factor humano y que nosotros también lo somos", argumenta. "De nada me serviría dedicarme a algo que me gusta muchísimo si no me siento acogida en un sitio en el que estoy", ha añadido.
"De nada me serviría dedicarme a algo que me gusta muchísimo si no me siento acogida en el sitio en el que estoy"
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De hecho, Mora tiene tan claras sus prioridades en este sentido que ha llegado a dudar sobre el
ámbito concreto de su especialidad al que le gustaría dedicarse por cuestiones relacionadas con el
ambiente laboral: "Algunas veces en
Urgencias se dice que el Servicio es un poco hostil, porque hay mucho personal, muchos turnos y es complicado llegar a tener una relación de confianza con todo el mundo", explica. No obstante, reconoce que su perspectiva "ha ido cambiando", y que la situación de su
centro de salud es diferente "ya que el equipo es más pequeño y puedes conocer a todo el mundo", explica.
Aun así, también recuerda que ha tenido "
crisis existenciales" cuyo detonante han sido las
guardias de Urgencias "con un equipo tanto de compañeros residentes como de adjuntos con el que no tenía muy 'buena química'". Esta situación le afectó tanto a nivel profesional como personal: "Me ha hecho
sentirme un poco sola y a veces
replantearme si sirvo para algo, ya que cuando preguntaba alguna duda se me ha juzgado". Finalmente ha aclarado que "por suerte, no siempre es así".
Compañerismo por encima de la especialidad
Sara Sánchez es compañera de año y especialidad de Mora. Ella reconoce que sus prioridades han cambiado con el paso del tiempo, ya que durante la
preparación del MIR "estaba más centrada en la especialidad", pero una vez que ejerce como
sanitaria tiene un enfoque diferente de su profesión: "Pienso que desde cualquier especialidad,
hagas lo que hagas, ejerces la Medicina, y si te gusta la vas a estar disfrutando. Sin embargo,
si te toca un mal equipo la has 'fastidiado', porque es con lo que vas a tener que lidiar a diario".
"Pienso que desde cualquier especialidad, hagas lo que hagas, ejerces la Medicina, y si te gusta la vas a estar disfrutando. Pero si te toca un mal equipo la has 'fastidiado'"
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Por este motivo, el factor que mayor peso supone en su trabajo es, a su parecer, "que haya
compañerismo, humildad y ganas de ayudar" entre los componentes del
Servicio. En su caso particular asegura haber tenido "muchísima suerte" con todos los médicos con los que ha coincidido a la hora de trabajar. "Tener al lado a
gente dispuesta a ayudarte que quiera verte haciendo las cosas bien es una satisfacción increíble", añade, dejando claro que para ella "
lo más importante son los compañeros".
El ejemplo más cercano que le puede venir a la mente, es el suyo propio. Y es que
Medicina de Familia no era su primera opción, sino
Geriatría, pero tiene claro que dada la estrecha relación que tiene con sus compañeros "no cambiaría de especialidad por ir a otro sitio a ejercer otra cosa". Con el
buen clima laboral del que disfruta actualmente, sus resultados también mejoran: "Siento que
aprendo y hago el trabajo bien, así que prefiero esto", explica.
De hecho, la cordialidad y el 'buen rollo' fue una de sus prioridades a la hora de elegir vacante en las
jornadas de puertas abiertas para MIR a las que asistió: "Cuando salieron las plazas, siempre
preguntaba a otros servicios cuál era el ambiente, cómo era el día a día, las
guardias... Pasas muchas horas en el hospital y es importante
tener un núcleo duro en el que apoyarte", relata. Tanto ella como una de sus mejores amigas de la carrera y ahora compañera de especialidad y residencia, tuvieron dudas a la hora de elegir a dónde ir, pero hoy están felices de su decisión sin atisbos de arrepentimiento.
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