Los médicos residentes ya han superado su examen MIR y elegido el hospital donde harán su especialidad durante los próximos 4 ó 5 años. El próximo mes de mayo, además de dar sus primeros pasos laborales, muchos de ellos tendrán que conseguir alquilar un piso que se adapte a su nuevo salario y esté cerca del centro escogido.
La llamada "burbuja del alquiler", ha elevado los precios del arrendamiento. Según un estudio realizado por la empresa Alquiler Seguro, los inquilinos de España dedican entre un 30 y un 40 por ciento de sus ingresos a pagar el alquiler de su vivienda y hasta un 29 por ciento afirma reservar el 50 por ciento de su salario a ello. Pero, ¿cómo asumen los residentes esta nueva burbuja?, ¿cuánto se deben gastar en el alquiler según su año de residencia?
Si el residente acaba de empezar su andadura en el hospital y gana unos 1.200 euros al mes, según las inmobiliarias debería buscar un alquiler que no superase los 360 euros para crear un pequeño colchón. Siendo R2 y con un suelo medio de 1.600, los gastos en el arrendamiento deberían girar en torno a los 560. El tercer año de residencia y con un sueldo de 1.800 euros, el médico ya puede desembolsar hasta 630 euros. Y con la experiencia y un sueldo de hasta 2.300 siendo un R4, el alquiler puede ser de hasta 800 euros.
900 euros extra de R1 a R4
Para un residente de Neumología de una ciudad más pequeña, como León, el sueldo de un R1 es de unos 1.400 ó 1.600 euros, con una media de cuatro guardias. El segundo año de residencia el salario asciende a unos 1.600 euros gracias a un complemento de formación, llegando a los 2.200 ó 2.300 euros siendo R4, con un máximo de cinco guardias. En esta ciudad, es posible encontrar un piso de dos habitaciones por 350 euros, lo que supondría una inversión del 25 por ciento del sueldo en el primer año del hospital. Siendo R4 y, de acuerdo con la inversión media del 30 por ciento de los ingresos en el pago del alquiler, los residentes pueden buscar un piso de hasta 850 euros.
La inversión cambia en grandes ciudades como Barcelona o Madrid, donde los alquileres han crecido exponencialmente durante los últimos años. Así, si un R1 cobra una media de 1500 euros con unas dos guardias, dedica un 30 por ciento de su suelo al arrendamiento de un piso compartido de 600 euros euros en las afueras, o de entre 750 o 1000 euros en el centro. Los residentes más veteranos pueden llegar a cobrar 2700 euros si acumulan festivos y realizan unas seis guardias, por lo que la inversión baja hasta un 20 por ciento.
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