A pesar de que la libertad de expresión campa a sus anchas en la España contemporánea, no era así en la del siglo XVI.
Una Santa Inquisición “elevada al infinito” era la nota predominante, llevando a la
hoguera cientos de obras solo por no seguir los dictados de la Contrarreforma católica.
Esta fue la principal razón por la que por entonces no vio la luz en España ni en castellano el
Thesaurus Evonymi Philiatri de remediis secretis, pars secunda. Se trata de un tratado en latín de química farmacéutica del médico suizo
Conrad Gesner, un científico de la época “que no
tenía nada que envidiar a Leonardo Da Vinci. Era como él en el campo de la farmacia”, ha precisado,
Carlos Gómez Argüelles, presidente de la Academia de Farmacia de Castilla y León.
La
traducción al castellano de esta crucial obra, considerada como el más importante tratado de química farmacéutica del Renacimiento
, por fin se ha publicado en este principio de 2018 en una edición creada por la citada academia castellanoleonesa con el auspicio del
Consejo General de Farmacéuticos, el de Castilla y León y la facultad de Farmacia de Salamanca, bajo el título de
Tesoro de los remedios secretos.
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Carlos Gómez Argüelles, presidente de la Academia de Farmacia de Castilla y León; Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos, y Raquel Martínez, presidenta del Consejo de Farmacéuticos de Castilla y León.
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Gómez-Canga, durante la presentación del volumen, ha apuntado el carácter “
revolucionario” tanto del libro como de su autor, quien, en un momento en el que la alquimia medieval por fin perdía su aura mágica, “
experimentaba sobre sí mismo las propiedades de las plantas de su jardín para comprobar sus efectos”, ha indicado
Raquel Martínez, presidenta de los farmacéuticos castellanoleoneses. “
Gesner rompió con la actitud de sabio solitario, y mantuvo relación y correspondencia con otros científicos de su época, una colaboración que también es ejemplar en la farmacia de hoy en día”.
Colaboración
Esta singular publicación reúne 52 grabados xilográficos, que permiten apreciar las imágenes de hornos, aparatos destilatorios y otros utensilios de laboratorio. No será el único fruto de la colaboración entre el Consejo General y las academias, según Jesús Aguilar, presidente de los farmacéuticos. “
Seguiremos haciendo más trabajos con las academias y algunos de ellos los llevaremos al congreso nacional que celebramos en Burgos en octubre”.
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Carlos Gómez Argüelles; Raquel Martínez; Enrique Granda, responsable del Observatorio de FEFE, y Dionisio Redondo, director de la Editorial Círculo Científico.
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De hecho, Gómez-Canga ha considerado que los farmacéuticos comunitarios se han de implicar más en la investigación y en las actividades académicas. “
Si el 86 por ciento de los farmacéuticos trabajan en oficina de farmacia, tienen que estar en las academias. Hay quien considera que esto es devaluarlas, pero este es su problema”, zanja.
Estupefacto
Por otro lado, Jesús Aguilar ha
abordado la situación en Cofares y la crisis generada por la
distribución ilícita de
Bexsero. El presidente del Consejo General de Farmacéuticos se reconoce “
estupefacto como todos. Hay unas reglas del juego que tenemos que cumplir, y para ello tenemos que emplear todos los medios necesarios. Todos los que tenemos cargos públicos tenemos que ser absolutamente transparentes y la
tolerancia ante la mala praxis tiene que ser cero, y eliminarse de manera radical”.
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Un momento de la presentación en Madrid de 'Tesoro de los remedios secretos'.
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