Antoni Torres, presidente de Fefac.
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Antoni Torres tiene claro que el futuro de la
farmacia pasa por los servicios. En la entrevista que ha concedido a Redacción Médica, el presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac), apuesta por el
lado más asistencial de la botica, eso sí, siempre que esté remunerado y que se mantengan otras fuentes de ingreso, como el margen por
medicamento dispensado. Así mismo, bajo su punto de vista, es prioritario que la farmacia vacune para que España pueda cumplir con las
tasas de vacunación de la gripe de la OMS.
En cambio, descarta que en algún momento la patronal catalana vaya a formar parte de una federación empresarial a escala nacional. ¿La razón? La
estructura descentralizada del propio sistema sanitario español.
¿Hay sintonía entre el consejero Antoni Comín y las oficinas de farmacia catalana?
Creo que hay una muy clara sintonía. También con el director General del Catsalut,
David Elvira, que es una persona que conoce perfectamente la farmacia y con quien hemos entablado un diálogo, de verdad, muy transparente. También había muy buena relación con
Josep Padrosa y con el conseller
Boi Ruíz [antecesores, respectivamente, de Elvira y Comín]. La importancia del consejero es grande, pero también hay otro factor que no es menos importante: el entorno en la cual se desarrolla la situación. Y en este momento el contexto que vivimos no es el mismo de hace unos años. Independientemente de eso, ellos, como personas, tienen una muy buena predisposición hacia la farmacia.
¿Cómo ha cambiado la situación de la farmacia catalana en los últimos cuatro años?
Viene marcada por un cambio del entorno que ha sido muy importante. Pasamos de un entorno estable a uno absolutamente inestable y volvemos a entrar uno razonablemente estable. Ese vaivén que hemos vivido nosotros, igual que buena parte del país, marca y genera disfunciones, tensiones y cambios. Pero, en nuestro caso, siempre preocupados por el servicio al cliente.
Mire, en los peores momentos, la decisión que se tomó junto con el presidente del Consejo de Farmacéuticos de Cataluña,
Jordi de Dalmases, de no implicar al cliente en nuestras reivindicaciones fue un éxito y una declaración de principios de lo que para nosotros es más importante: el ciudadano. La voluntad de asumir el coste que suponían los retrasos en los pagos sin implicarle, fue una decisión que nos marcó a nosotros mismos y que definió nuestros principios.
¿En qué situación están los pagos a las farmacias catalanas?
En este momento estamos con 25 días de retraso respecto a lo dictado en el concierto, pero cumpliendo los pagos mensualmente todo el año sin ningún tipo de incertidumbre. Cuando empezó el nuevo gobierno, lo que se nos planteó en la primera entrevista que tuvimos con
Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat fue: “nuestra intención es no pasar de los 90 días pero intentando conservar los 80, y os pagaremos cada mes”. Esto fue así hasta el mes de junio cuando se nos llamó y se nos dijo que se nos pagaría a 25 días de retraso. No nos vamos a quejar por eso. ¡Nos parece fenomenal!
¿Considera que este retraso respecto a lo pactado en el concierto ya está cronificado, o tiene solución?
Evidentemente que sí. Nosotros seguimos peleándolo e intentando volver a la situación normal que es la que está pactada en el concierto, pero eso no quita que reconozcamos el esfuerzo que se ha hecho..
¿Cómo está la situación respecto a convenios colectivos de farmacia en Cataluña?
El de Barcelona acaba el 31 de diciembre del 2017, y el interprovincial lo están negociando en este momento. El objetivo es intentar ir hacia un convenio catalán. ¿Por qué? Porque no tiene sentido que Barcelona tenga un convenio y Tarragona, Gerona y Lérida otro. Lo lógico es que haya un único convenio, y esa es la idea sobre la que estamos trabajando. Sí es cierto que hay que hacer un proceso de convergencia de prestaciones y ese es el proceso en el que estamos, con el objetivo de generar un único convenio.
El presidente de Fefac descarta formar parte de una federación nacional.
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¿Cuáles son los objetivos de Fefac en el convenio? ¿Cuáles son los puntos de discusión con los sindicatos?
No está habiendo discusiones con los sindicatos. Tanto ellos como las propias empresariales tenemos muy claro que hay una relación a largo plazo, es decir, que tenemos que conseguir establecer acuerdos que nos permitan seguir reuniéndonos y en los que no haya procesos que generen tensiones más allá de las racionales en la mesa. Por ejemplo, no tenemos ningún proceso judicializado, no tenemos nada de todo esto. Evidentemente en la mesa hay discusión, y es justo y es lógico que así sea, pero sí que hay la voluntad de: “¡mañana nos volveremos a reunir!”
¿La retroactividad de las condiciones será un problema, como ha sucedido en el convenio nacional?
No, porque desde que se hizo el primer convenio interprovincial hay una retroactividad a un año, igual que en el de Barcelona. En la convergencia, la idea es ir aproximando las diferentes variables, como la jornada laboral.
Hay voces entre las patronales que apuestan por sumar fuerzas en una única organización nacional. ¿Qué opina de esta posibilidad? Y de llevarse a cabo… ¿qué fórmula sería la más adecuada?
Vamos a ver, este país funciona con la sanidad absolutamente transferida. Quien legisla en sanidad depende de las comunidades autónomas, en las que tenemos de todo: desde subastas hasta catálogos de medicamentos… de todo. Por tanto, las realidades son muy diferentes, también para una patronal.
¿Qué sentido tiene una patronal nacional en este contexto, en el que mi interlocutor está dividido? Si mi interlocutor está dividido Lo que yo tengo que hacer es adaptarme a él porque si no voy a tener un problema. ¿Qué voy a discutir yo desde Cataluña, o desde la visión de Cataluña, sobre lo que son las subastas de Andalucía? No lo conozco, y seguramente los compañeros de la empresarial de Andalucía saben infinitamente más que yo de ese tema y tienen clarísimo todos los condicionantes que tienen. Yo soy de los que cree que hay que adaptarse a la realidad siempre. ¿La realidad es esta? Pues hay que bailar con ella. ¿Eso quita que podamos establecer acuerdos de colaboración puntuales en determinadas cosas? Yo creo que no. Pero, para establecer acuerdos de tipo puntual en determinadas acciones hay que tener objetivos claros, definidos, medibles y estrategias comunes. No tiene sentido que en un país que está muy descentralizado, nosotros centralicemos en una patronal nacional.
¿Qué relación mantiene Fefac con otras patronales como FEFE y Fenofar?
La esencia básica de una empresarial y su obligación es la negociación del convenio colectivo. Nos movemos en ámbitos de negociación absolutamente diferentes. Primero, tenemos interlocutores diferentes, Comisiones Obreras y UGT de Cataluña son independientes de Comisiones Obreras y UGT nacionales. Tienen su comité directivo y tienen otras directrices que, evidentemente, no se contraponen con las nacionales, pero tienen la suyas. Volvemos a lo que decía antes: la interlocución es diferente y como la interlocución es diferente, te adaptas a tu interlocutor.
Empresariales como FEFE están llevando a cabo labores más allá de la negociación del convenio colectivo, emitiendo informes, opiniones, etcétera. ¿Usted considera que la labor del empresarial va más allá del convenio colectivo?¿Dónde está el límite, si es que lo hay?
Mire, yo creo lo siguiente: una empresarial por su propia definición es una agrupación de personas o empresas que tiene una serie de intereses empresariales. La farmacia tiene dos ámbitos, claramente diferenciados: uno profesional y uno empresarial. Es evidente que el empresarial tiene muchos aspectos y muchas facetas que van más allá del convenio, que es lo que nos viene obligado por ley. Pero es evidente que tenemos capacidad de opinar porque al final son cosas que pasan en nuestras empresas. Una oficina de farmacia tiene empleados, tiene obligaciones fiscales, tiene obligaciones tributarias, tiene inversiones que hacer… Tiene toda una serie de aspectos que están relacionados con lo que es la empresa que tiene que estar reivindicada y representada por una organización empresarial.
Pero aun así parece que el hecho de ocupar un espacio de opinión o valoración ha sido foco de conflictos. Esto se puede ver con la propuesta de FEFE de Sefaco, que generó una polémica que duró meses.
Es un tema de sumar. El mundo de la farmacia es suficientemente pequeño comparado con el que nos rodea y no tiene sentido dividir, no tenemos más fuerza que aquella que hacemos nosotros mismos sumando. Cuando se hacen acciones, por un lado o por el otro, no tienen por qué contar con el apoyo de todas las partes, porque realmente tampoco hay que ir siempre de acuerdo. Pero lo que sí que hay que hacer es ponerse en una mesa a discutirlo y luego cada uno defender su posición o sus creencias. Claro, cuando uno va por libre pues pasan cosas que es muy difícil que la otra parte, si no has contado con ella para nada, se sume.
En Fefac, nos enteramos del proyecto Sefaco a través de la prensa. De esto, claro, no puedo opinar, puesto que es algo en lo que no he participado. ¡No sé nada! Es como si me preguntas qué opino de la política de los pingüinos en Alaska. Por ello creo que este concepto de sumar es imprescindible. Dividir, en un mundo tan pequeño siempre va mal.
Antoni Torres defiende la fusión de convenios en Cataluña.
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Pero siguen surgiendo polémicas en esa dirección. Por ejemplo, mientras que el Consejo General de Farmacéuticos apuesta por un cambio a un modelo más asistencial en el que también se remuneren servicios con un valor científico demostrado, FEFE, la patronal, advierte de que la dependencia de los servicios puede conducir a la reducción de ingresos y a la insostenibilidad de un modelo farmacéutico como el español. ¿Cuál es la postura de Fefac al respecto?
Para empezar, los servicios se deben cobrar. Porque lo que nada cuesta nada vale y nadie va a apreciar aquello que yo le doy si soy el primero que no lo aprecia. Esta es una postura del Consejo, y yo la apoyo absolutamente. Por otro lado, según FEFE, los servicios pueden producir una descapitalización de la farmacia y a la insostenibilidad. ¿No?
Exacto, y pone de ejemplo a otros países.
¡Correcto! ¿Y qué más? ¿Qué más? ¿En los otros países qué más ha pasado?
¿Que se ha producido una descapitalización de la farmacia?
¿Por qué? Porque han retribuido esos servicios, muy bien, pero han quitado otras fuentes de ingreso, llámelas margen o como se quiera. Por eso le digo que depende. Si lo que se va a hacer es que, porque se pagan unos servicios, se va a dejar de remunerar otra serie de cosas, no vamos a estar de acuerdo. Si somos capaces de encontrar otro sistema, pues bueno, esto es como las películas, que tienen un inicio, un desarrollo y un final, ¿no? Esta polémica es la misma película, pero dependiendo del trozo que veas puedes pensar una cosa u otra. No sé si FEFE y Consejo General de Farmacéuticos discutido estas cuestiones, pero si lo han hecho no lo parece. Estaría bien que se sentaran a hablar.
El Ministerio de Sanidad se ha mostrado abierto a tratar el que las farmacias vacunen de la gripe con el fin de mejorar las tasas de cobertura.
Este es un proyecto que salió en su origen de Fefac, porque en un momento determinado nos dimos cuenta de que las tasas de vacunación en España son muy inferiores a lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos exige, ¿Ha hecho el sistema sanitario todo lo posible para se cumplan estas cifras? Yo entiendo que sí, que el ministro o el consejero correspondientes no tienen el más mínimo interés en no vacunar. Y entiendo que los médicos y todo el personal de enfermería tienen todo el interés del mundo en que se vacune, ¿Hacen todo lo posible? Estoy convencido de que sí.
Ahora bien, ¿los resultados cuáles son? Pues los que tenemos. ¿Qué ha pasado en los países en los que se ha habilitado a las farmacias para que también se sumen a contribuir a que la gente se vacune? Que se han incrementado las tasas de vacunación en un orden del 18 por ciento. Con esta cantidad, cumpliríamos lo que nos pide la OMS, y con ello tendríamos menos ingresos hospitalarios, menos consecuencias de fallecimientos, menos efectos negativos sobre los pacientes y menos efectos económicos sobre el sistema sanitario.
Si hay una medida que baja los costes para el ciudadano, que baja los costes en salud, que baja los costes económicos para el sistema… ¿Tiene sentido que no se haga, cuando no perjudica a nadie, porque no va en contra de nadie? Esa es mi pregunta, y de momento nadie me la ha respondido. Nosotros no queremos quitarle la vacunación a nadie, al contrario, queremos contribuir. Y evidentemente con toda la formación, registros y todo lo que haga falta. Hay que vacunar desde la farmacia, pero no por su bien, ese no es el objetivo, sino todo el sistema sanitario, por la salud del ciudadano.
Médicos y enfermeros se oponen.
Claro, pero no dicen qué van hacer para conseguir ese 18 por ciento. ¿Acaso los médicos o enfermeras españoles son menos o más profesionales o son absolutamente diferentes de los de Gran Bretaña, de Francia, de Estados Unidos, de Nueva Zelanda, de Australia o de Portugal? No estoy hablando de países tercermundistas, sino de varios que, según la OCDE, están a un nivel muy superior a nosotros en varios aspectos, y resulta que se lo plantean y, sin mayor problema, llevan años haciéndolo. ¿Y no pasa nada y aquí sí que pasa? ¿Dónde está el problema?
Si el problema es competencial, es muy sencillo.¿Cuál es el objetivo fundamental de un sistema sanitario: las competencias o que la salud de la población sea la mejor posible? No es un tema de competencia, es de tener claros los principios. ¿Cuál es el principio fundamental del sistema sanitario? Obrar por la salud y bienestar de los ciudadanos. ¿Alguien pone la más mínima objeción a que el farmacéutico diga que fumar es malo? No, ¿verdad? ¿Y hacemos acciones desde la farmacia para que la gente deje de fumar? Las hacemos. ¿Y son malas? Yo creo que no. ¿Es bueno para la salud del ciudadano que deje de fumar? Sí.
Un momento de la entrevista concedida por Antoni Torres.
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El Consejo General de Enfermería prepara un informe para cuestionar el modelo de farmacia.
Está en su libertad hacer tantos informes como considere oportuno. Nosotros no somos nadie para condicionar que el Consejo Nacional de Enfermería haga un informe como puede hacer cualquiera: las enfermeras, los médicos, los farmacéuticos… ¿Tenemos que limitar que la gente haga informes? No podemos ni debemos, porque todo informe al final también aporta otro punto de vista, y eso siempre es bueno tenerlo sobre la mesa.
¿Qué postura mantiene Fefac sobre una eventual independencia de Cataluña?
Soy el presidente de una empresarial, que está compuesta por personas. Y cada una de ellas tiene sus ideas propias, personales y absolutamente respetables. El objetivo de esta organización es defender los intereses empresariales de todos, pero no puede tener una ideología porque representa a múltiples ideologías, además de que no sé cuáles son, porque para poderlas representar tendría que preguntarles cuál tengo que adoptar, que no es el objetivo.
¿Cómo afectaría los intereses empresariales de Fefac en la independencia de Cataluña?
Dependería mucho de los términos en los que se produzca. Mientras no los tengamos, no lo puedo estudiar ni responder. ¿La situación cómo va evolucionar? No lo sé, cuando tenga resultados de las nuevas negociaciones o de lo que sea, podré decir algo, pero hablar sobre hipótesis que no se sustentan en cosas claras, definidas, escritas, es.... no sé, hacer bola de humo.
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