"Para la profesión, es un orgullo que una farmacéutica presida el Congreso"

Las negociaciones a contrarreloj que el PSOE mantuvo con Junts per Catalunya y ERC fructificaron este jueves en la designación de Francina Armengol como presidenta del Congreso. Al margen de tintes políticos, la investidura de la dirigente socialista posee un valor simbólico para el sector de la Farmacia, que recibe con “orgullo y satisfacción” que una de sus profesionales se sitúe al frente de la Cámara Baja. Especialmente, en una legislatura en la que se deberán “abordar importantes reformas en el Sistema Nacional de Salud”.

Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos deslizan a Redacción Médica que ya han transmitido a la “compañera” Armengol su “más sincera enhorabuena” en nombre de los 79.000 farmacéuticos colegiados a los que representan. “Le deseamos nuestros mejores deseos de éxito en esta nueva etapa, así como nuestra voluntad de colaboración en todo aquello que podamos ser de utilidad”, aseveran fuentes de la organización que dirige Jesús Aguilar.

Los farmacéuticos destacan que esta legislatura "se deberán abordar importantes reformas en el Sistema Nacional de Salud"

En este sentido, destacan que para la profesión “supone un orgullo y una satisfacción” que una farmacéutica como la mandataria del PSOE “esté al frente de la Cámara que representa la voluntad popular” durante una legislatura en la que se “deberán abordar importantes reformas en el SNS”.

Una pasión farmacéutica 'heredada' de la familia

La Cámara Baja ratificó en la sesión constitutiva de este jueves la designación de Armengol como presidenta de la Mesa. Su investidura fue producto de una negociación in extremis entre la Ejecutiva socialista y la de Junts, que, a cambio de su voto favorable, exigió flexibilizar el uso del catalán y del resto de lenguas cooficiales en las Cortes Generales, entre otros asuntos.

“Es un verdadero honor y una gran responsabilidad”, manifestó la propia Armengol nada más jurar el cargo.

La también expresidenta del Gobierno de las Islas Baleares inicia de esta forma una nueva etapa en su trayectoria política, que se inició en los años 90 a raíz de su entrada a la militancia de la federación territorial del PSOE autonómico.

Sus compañeros de partido destacan de ella su “amplia experiencia y servicio en la vida pública y parlamentaria”, pues antes de ser investida presidenta de Baleares ya ejerció como concejal en el Ayuntamiento de Inca y como diputada en el Consell Insular de Mallorca.

Su formación, no obstante, está vinculada a la Farmacia, una pasión que heredó de su padre, Jaume Armengol, y que desarrolló en la Universidad de Barcelona. Allí se licenció en 1995 antes para posteriormente trabajar en la farmacia familiar.