A fuego lento. Así se está cocinando el
XXVI Convenio Colectivo Estatal de Oficinas de Farmacia, que ya está en negociaciones entre la patronal y los sindicatos. El actual acuerdo dejará de estar en vigor al terminar 2024, aunque es común que se retrasen a la hora de sacar adelante uno nuevo. Según ha podido saber
Redacción Médica, ya se ha mantenido
una primera reunión entre las partes involucradas y ha habido "discrepancias", pero se muestran positivos porque
es "una primera toma de contacto". Por su parte, los farmacéuticos de a pie también opinan sobre estas directrices y piden
guardias mejor subvencionadas, salarios más altos para los farmacéuticos seniors o entornos de trabajo más seguros.
Concretamente, en esta puesta en común,
se han tratado los primeros capítulos del convenio. Tal y como apuntan fuentes de la negociación a este diario, se ha hablado sobre la vigencia temporal del
convenio de Oficinas de Farmacia, la estructura de la negociación colectiva, la
Comisión paritaria y demás comisiones (salud laboral, formación, igualdad...) y la clasificación profesional. "Estas primeras reuniones son tomas de contacto en las que
se registran escasos avances, ha habido discrepancias pero es norma", apuntan. Para seguir avanzando y llegar a consensos, volverán a citarse pasadas las fiestas de Navidad. La próxima cita en la que se verán las caras será el
23 de enero.
Antes de reunirse con la patronal, los sindicatos Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras (CCOO-FSSS); UGT Servicios Públicos, Confederación Intersindical Gallega (CIG); y Federación de Farmacéuticos No Empresarios (Fefane). Por la parte empresarial, participa la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE). Todos ellos
se juntaron para ir en bloque a la negociación. En primer lugar, hablaron del tiempo que estará en vigor el convenio, "dependerá de las negociaciones". En conversación con este medio han matizado que este intervalo puede ser una cifra estimada de "dos, tres o cuatro años"
Por otro lado,
en lo referente a la clasificación del personal farmacéutico, los sindicatos han confirmado que "apenas propondrán cambios" de cara al texto del nuevo concierto. La reclasificación aún es una incógnita, a la espera del próximo encuentro. En definitiva, se espera que se recojan
mejoras en salarios, permisos laborales y salud laboral. Así como seguir consiguiendo victorias como la firma de los protocolos de adicciones y acoso que se lograron este año para hacer que las oficinas de
farmacias sean "lugares de trabajo más seguros, justos y respetuosos".
Los farmacéuticos de a pie opinan
No obstante, los beneficiarios o afectados de este nuevo convenio son quienes están detrás del mostrador. Por ello,
Redacción Médica se ha puesto en contacto con varios para que den su opinión.
Elena Raviña, al frente de la Farmacia Elena Raviña Eirin, en A Estrada (Pontevedra), defiende que se realicen
modificaciones en las guardias nocturnas porque es un sistema "muy deficitario que no se sostiene económicamente": "Me gustaría que esas
guardias estuvieran, de alguna manera, subvencionadas o a lo mejor compensadas con la seguridad social. Quizás que se soporte el sistema de guardias de otra manera porque económicamente no son viables".
Aunque reconoce que tanto las guardias nocturnas como las diurnas son horas que los farmacéuticos adjuntos tienen que trabajar, pero apuesta por "pagar más por ellas". "Es un tema complejo porque los titulares no podemos pagar más de lo que lo hacemos ahora. En mi caso, intentamos que estén
compensadas a nivel económico o con horas libres", especifica.
En esta misma línea, considera que el nuevo Convenio de Oficinas de Farmacia también debería contemplar
un aumento en los salarios. En palabras de la titular de Farmacia, debería haber
cambios en la escala profesional, sobre todo en los adjuntos. "Creo que para un farmacéutico que es recién licenciado son salarios elevados porque no tienen formación en Oficina de Farmacia; pero me parece que es
un salario bajo para gente que lleva muchos años trabajando. Al final, alguien que lleva 10 años de adjunto soluciona problemas que alguien recién licenciado no lo hace", argumenta.
Otro aspecto que considera que se debería tratar son los
permisos por hospitalizaciones de familiares o pequeñas intervenciones, puesto que hoy en día son cinco días por cada intervención. "A mí me parece excesivo porque están incluidos los familiares hasta de segundo grado. En el convenio no hay límites a la hora de cogerlos, me parece que está bien que esté recogido y que la persona pueda acompañar a un familiar al hospital, por supuesto. Pero
establecer límites, porque hay gente que abusa de ello", relata Raviña.
Peticiones propias de las farmacias rurales
Por su parte, Alberto Lázara, titular de Farmacia Lázara en Prado (Pontevedra), expresa que le gustaría que el nuevo convenio refleje la importancia del papel del farmacéutico en la comunidad,
especialmente en áreas rurales como es su caso: "Es crucial que se reconozcan nuestras responsabilidades y se
mejoren las condiciones laborales para todos los trabajadores".
Al igual que Rabiña, especifica que en su farmacia
ofrece flexibilidad en los horarios y un buen equilibrio entre la vida laboral y personal, porque entiende que "una buena retribución y flexibilidad
generan motivación y compromiso". "Creemos que estas condiciones deberían ser la norma en todas las farmacias. Además, sería beneficioso incluir
programas de formación continua para mantenernos actualizados con los avances en el campo de la salud", ha opinado Lázara.
Sobre los salarios, el farmacéutico también opta por una nueva revisión ya que, tal y como ha apuntado, debería ser "acordes a sus responsabilidades y al
altísimo nivel de formación requerido para ejercer su profesión". Sin embargo, añade un matiz: es importante que estos ajustes sean equilibrados para no afectar negativamente la viabilidad económica de las farmacias. "Apoyamos la idea de que cualquier incremento salarial venga acompañado de medidas que también beneficien a los titulares, quienes también enfrentamos desafíos significativos en la gestión de nuestros establecimientos,
como apoyo económico o fiscal para poder sostener esas mejoras sin poner en riesgo la viabilidad de las farmacias, especialmente en zonas rurales como la nuestra", ha detallado.
Otro punto que ha puesto sobre la mesa es la
seguridad de las farmacias. Según Lázara, las farmacias rurales trabajan a menudo en "condiciones de mayor vulnerabilidad" y, por ello, ve beneficioso contar con
medidas de seguridad adicionales para reforzar este aspecto: "Es importante promover un entorno de trabajo seguro y saludable, con protocolos claros para situaciones de emergencia".
Por último, el titular pide
más respaldo legal y estructural debido a su labor que va más allá de dispensar medicamentos; sino también a la realización de pruebas y el asesoramiento y apoyo a nuestros pacientes. "Sería positivo que el convenio incluya iniciativas para fortalecer nuestra relación con otros profesionales de la salud y
fomentar la colaboración interprofesional. Además, creemos que los farmacéuticos deberían tener más responsabilidades, como la capacidad de renovar recetas
, dispensar más medicamentos sin necesidad de receta, cambiar la forma farmacéutica según las necesidades del paciente… Lo que agilizaría los trámites para los pacientes y aliviaría la carga de los centros médicos", ha concluido.
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