Los decanos de Farmacia dibujan nuevas prácticas con industria y Primaria

Farmacia es un grado en ebullición. La formación de los profesionales del sector del medicamento se prepara para asumir modificaciones importantes a partir de la renovación de la Orden CIN/2137/2008, en la que se fijan las competencias que debe adquirir el farmacéutico para el correcto ejercicio. Es más, esta debería de publicarse antes de que acabe el año, para satisfacer la adaptación de la legislación española a la Directiva Delegada 2024/782, de 4 de marzo de 2024. Sin embargo, la deriva reformista de esta carrera universitaria no pasa únicamente por este documento. Y es que también se plantea la transformación de las prácticas obligatorias que debe realizar todos los matriculados para la obtención del título.

Precisamente, la remodelación de la formación práctica fuera de la facultad de los alumnos del grado es uno de los objetivos de la Conferencia Nacional de Decanos de Farmacia de España (Cndfe) -organización que también se ha encargado del diseño de la nueva Orden CIN junto al Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) y la Federación Española de Estudiantes de Farmacia (FEEF)-. Es más, la alianza de instituciones académicas ya ha mantenido varias reuniones sobre este asunto, algunas de las cuales han contado con los docentes encargados de su orquestación.

En concreto, la misión principal de la Cndfe es crear un marco que regule las prácticas obligatorias en las 28 universidades que ofertan el grado -15 públicas y 13 privadas-. Un primer paso hacia la unificación de la instrucción del alumnado en espacios de ejercicio de la profesión en todo el país. "Hay que llegar a cierta homogeneización, ya que actualmente hay mucha dispersión y confusión", ha señalado el presidente de la Cndfe y decano de la Facultad de Farmacia de la Universitat de Barcelona, Jordi Camarasa, a Redacción Médica.

Refuerzo de la presencia de alumnos en el SNS

El máximo representante del grado en Farmacia ha apuntado como prioritaria la modificación de la oferta de plazas para realizar prácticas. En este sentido, Camarasa ha detectado una importante desigualdad entre las vacantes ofrecidas para el ámbito comunitario y las destinadas para el sector hospitalario, ambas vertientes obligatorias para la obtención de la titulación. Por ello, ha abogado por aumentar los puestos de aprendizaje en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y la sanidad privada, menos numerosos que los ubicados en oficinas de Farmacia. Una situación parecida se vive en el campo industrial, donde las posibilidades escasean, pese a que distintos centros no dependientes de las comunidades autónomas mantienen relaciones formativas con farmacéuticas y laboratorios.

"Hay que sacar provecho de todas las instituciones sanitarias"

Asimismo, dentro de la batería destinada a la Farmacia Hospitalaria, el presidente de la Cndfe ha recalcado que habría que aprovechar todo el potencial que ofrece la infraestructura sanitaria española. Dicha afirmación se traduce en el aumento de plazas para prácticas en Atención Primaria. "Hay que sacar provecho de todas las instituciones del campo de la salud, no solamente del hospital", ha afirmado. Una propuesta que encaja con la intención de crear una especialidad farmacéutica para el primer nivel asistencial. Y es que la presencia de este perfil sanitario palidece en los centros de salud, donde casi no existen vacantes para los tenientes del título de Farmacia. Motivo por el que se debería de reforzar este perfil en esta área y así poder recibir más alumnos.

Aplicación de una compensación por desplazamiento

Pese a escapar de las competencias del estamento decanal, el control del tiempo y la remuneración también se consideran claves para favorecer el bienestar del estudiante en prácticas. Así, se debe de vigilar la realización de 850-900 horas -mínimo europeo- a lo largo de seis meses, de las cuales 400 se llevarán a cabo en la oficina de Farmacia, misma cantidad que para el área hospitalaria.

Por otro lado, en el seno de la Cndfe se valora positivamente el establecimiento de una compensación monetaria para los alumnos que tienen que desplazarse para la realización de prácticas. Una realidad que se vive en determinadas comunidades autónomas. Por ejemplo, la Universidad de Castilla-La Mancha oferta el grado en Albacete, sin embargo, puede enviar a su alumnado a centros sanitarios en distintos puntos de la región. Una problemática que podría quedar solucionada con la aprobación del Estatuto del Becario propuesto por el Ministerio de Trabajo, cuya aprobación depende del Congreso de los Diputados. En este, se recoge la cobertura de gastos por este tipo de situaciones.