Redacción. Madrid
Aunque en España todavía algunos colectivos sanitarios ponen en duda que el farmacéutico tenga capacidad para el consejo sanitario, en Europa el debate es otro y está mucho más avanzado. Las oficinas de farmacia inglesas han propuesto que estos profesionales, tras haber recibido la formación apropiada, puedan pasar consulta y hacer prescripciones en patologías menores, con el fin de aliviar la presión asistencial que sufre la Atención Primaria.
De hecho, indican que con esta formación, los boticarios podrían incluso prescribir antibióticos.
La propuesta ha sido lanzada por el Royal Colllege of General Practice (RCGP) y la Royal Pharmaceutical Society (RPS), que indican que de esta manera el sistema sanitario británico podría atender la demanda de una población cada vez más envejecida. Por ello, Maureen Baker, presidenta del RCGP, considera que hay que recurrir a “un ejército oculto de altamente entrenados farmacéuticos que nos podrían dar una solución”.
Asimismo, ambos colectivos recuerdan las habilidades ya demostradas por los profesionales de la oficina de farmacia para aconsejar a los pacientes sobre sus síntomas y los efectos secundarios de la medicación, además de su trabajo en el manejo de dolencias crónicas como la diabetes.
Según cuentan medios ingleses, la iniciativa no estaría mal vista por las autoridades nacionales. Fuentes de la Administración consideran que es “buena idea”, aunque se reconocen preocupadas sobre si el farmacéutico no acabaría tomando decisiones que en realidad tendrían que ser planteadas por un médico.
En cambio, Katherine Murphy, de la Patients Associations, considera que “cualquier acción para resolver el problema de la presión asistencial es bienvenida”, y llama a que farmacéuticos y médicos colaboren en la misma dirección.
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