Redacción. Madrid
Alfonso Alonso no consigue que en su propio ministerio, el de Sanidad, se cumpla lo que prometió a la ciudadanía en septiembre de este año: que la vacuna de la varicela vuelva a ser comercializada en las farmacias para que los padres puedan atender las prescripciones de los pediatras.
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Alfonso Alonso y Belén Crespo, de la Aemps.
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Después de que el ministro, con la evidencia científica y el consenso autonómico en la mano, lograse hace meses que la profilaxis se administrase en edades tempranas (a los 12-15 meses con una primera dosis y a los 3-4 años la segunda), el segundo paso de su promesa, que esta inmunización volviera a la venta en farmacias, está siendo boicoteado por un organismo que depende de su departamento, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
Según ha podido conocer Redacción Médica, desde la agencia que dirige Belén Crespo no están dando los pasos burocráticos previos que son necesarios para que el mandato de Alonso llegue a buen puerto en 2016. En este sentido se requieren informes al respecto y que el asunto se aborde en el Comité de Evaluación de Medicamentos de Uso Humano, algo que al parecer no hay intención de hacer en el seno de la Aemps por parte de ninguno de sus máximos responsables. Tal vez están pensando en que dentro de un mes hay elecciones y dilatan el asunto para no dar su brazo a torcer (la agencia fue la que instó a la anterior ministra Ana Mato a retirarla de las farmacias y a pasarla a solo uso hospitalario).
¿Qué problema se le presenta a Alonso ante esta situación? Además de la gravedad del desacato dentro de su propio ministerio, el responsable de Sanidad se va a encontrar con que un altísimo porcentaje de niños entre 2 y 12 años están sin vacunar y no van a tener acceso a esa inmunización frente a la varicela porque no la recogen los calendarios vacunales a esas edades, ni su pediatra se la va a poder prescribir para que los padres la compren en las farmacias. Para mayor complicación, las estadísticas indican que en estas edades es cuando se manifiestan el 80 por ciento de los casos de la enfermedad, con los consiguientes agravamientos, hospitalizaciones y muertes (en casos muy extremos y puntuales).
Mientras que la Aemps echa su particular pulso a Alfonso Alonso y a su secretario general Javier Castrodeza, comunidades autónomas como Madrid, Canarias y Castilla y León van a comenzar en breve con la vacunación indicada en el calendario, ahondando en la falta de cohesión en el acceso a la profilaxis al no poder ser dispensada en las oficinas de farmacia, algo que está produciendo casos esperpénticos, como que unos padres tengan un hijo menor de dos años al que se vaya a vacunar, mientras que otro mayor de esa edad quede abocado a una especie de ‘limbo vacunal’. El problema está ahí, en la gente de a pie, porque la Aemps no parece dispuesta a hacer caso a Alonso. Ahora es el ministro el que tiene la pelota de nuevo en su tejado.
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