Un estudio publicado en la revista
The Lancet estima que los casos de depresión mayor y
trastorno de ansiedad en el mundo han aumentado durante la pandemia un 28 y un 26 por ciento respectivamente. Estos datos revelan que en 2020 se produjeron 53 millones de
trastornos depresivos y 76 millones de diagnósticos de ansiedad más de los esperables, con mayor incidencia en mujeres y jóvenes.
El
Consejo de Farmacéuticos ha destacado que en España, con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a mediados de 2020, había
2,1 millones de personas con un cuadro depresivo, el 5,25 por ciento de la población mayor de 15 años de todo el país.
"Se estima que la depresión afecta al 4,7 por ciento de los hombres y al 7 por ciento de las mujeres. Asimismo, el
consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos subió en 2020 a 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, lo que supone un incremento del 4,5 por ciento con respecto al año anterior y de casi el 10 por ciento con respecto a hace una década, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios", detalla.
Salud mental durante la pandemia del covid
Según el Consejo, estos datos "revelan la magnitud del problema sanitario que representa la
pandemia silenciosa de la Salud Mental, y en ella los farmacéuticos pueden desarrollar un papel fundamental, colaborando con los pacientes en el conocimiento del uso de sus medicamentos para conseguir los objetivos terapéuticos esperados". "Asimismo, los farmacéuticos pueden detectar pacientes con
problemas de adherencia e identificar los motivos y actuar en consecuencia", añade.
Esta nueva acción se enmarca en el programa
HazFarma, que cuenta con la
colaboración de Laboratorios Cinfa, iniciado en 2014, con otras siete campañas anuales ya desarrolladas.
En año con la acción “Adhvierte: la importancia de la adherencia”, cerca de 2.000 farmacéuticos desarrollarán Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, utilizando
NodoFarma Asistencial para el registro de su actividad. Esta acción se llevará a cabo durante seis meses para mejorar la adherencia de los pacientes a sus tratamientos de depresión o ansiedad.
"El incumplimiento del tratamiento implica un riesgo de recaída de la enfermedad o de su empeoramiento. Por este motivo, los farmacéuticos comunitarios tienen un papel esencial en la
prevención de la falta de adherencia terapéutica de estos pacientes. La farmacia comunitaria española, por su accesibilidad, cercanía y confianza por parte del ciudadano, permite a los farmacéuticos tener un rol privilegiado en la ayuda a estos pacientes dentro del sistema sanitario", concluye el Consejo.
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