España es uno de los países que más antibióticos ha consumido en los que va de siglo. De hecho, según un
estudio, entre el año 2000 y 2015 fue el tercero en general y el primero entre los más avanzados en el que más medicamentos de este tipo se vendieron.
La investigación (
Global increase and geographic convergence in antibiotic consumption between 2000 and 2015) analiza el consumo de antibióticos en todo el mundo entre el año 2000 y 2015, y advierte de que en nuestro país ha crecido en este periodo
un 35 por ciento, pasando de 500 millones de dosis diarias definidas a (DDD) a 700 millones. De hecho, España es líder en el uso de
polimixina.
Pero quizá lo más preocupante es que además es el
único país del Primer Mundo que no ha reducido su consumo de antibióticos, siendo además el primer estado europeo en este peculiar
ranking, seguido de Grecia, en cuarto lugar.
Por encima de España solo estaban, en el año 2000,
Francia y Nueva Zelanda, y en el 2015,
Turquía y Túnez. Solo nuestro país repite puesto en el
top 3 de la que supone la principal causa de las resistencias antimicrobianas, un problema latente que se espera que para 2050 cause más muertes que el cáncer en Europa.
De cara al futuro
Sin embargo, España no está sola en este problema. Según la investigación, el consumo de antibióticos
aumentó un 65 por ciento de media en los 76 países analizados, aunque es cierto que este crecimiento lo causaron países de rentas bajas y medias.
El informe, publicado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, advierte de que si no se pone freno a la situación actual, la previsión es que el consumo de antibióticos
aumente un 200 por ciento para 2030.
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