La ‘batalla’ del
convenio colectivo de farmacias (el XV convenio, concretamente) va a continuar en 2017. UGT,
único sindicato de la mesa de negociación, no ha aceptado
la oferta que en la última semana de 2016 le hizo la patronal, representada por la
Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y la
Federación Nacional de Oficinas de Farmacia (Fenofar). ¿La razón? La propuesta de
subida salarial anual, muy por debajo de lo previsto e incluso de la que hay ahora mismo en marcha debido a la ultraactividad.
Gracia Álvarez, secretaria de Salud de UGT, concreta que la propuesta de las empresariales “no podemos aceptarla. La subida salarial estaba por debajo incluso del 1,8 por ciento, que es lo que marca como mínimo la confederación”.
Pero puede que llegar al 1,8 por ciento ya no sea suficiente. La clave está en que desde el 1 de enero se ha puesto en marcha la susodicha
ultraactividad del convenio, y ello implica que el incremento salarial estaría en el dos por ciento, al menos hasta que haya acuerdo. “Ahora va a ser muy difícil que bajemos de esta cifra, que es la que está garantizada para los trabajadores”.
Esto dota a UGT de mayor fuerza de cara a la negociación . “Es una posición de ventaja, pero se tiene que materializar, pero va a ser dificilísimo que ahora accedamos a una subida salarial inferior al dos por ciento. ¿Qué sindicato pacta un convenio por debajo si la ley ya garantiza ya esta progresión?”. Con todo, abre una puerta en esta dirección, siempre que el incremento sea, como mínimo, del 1,8 por ciento y que haya “compensaciones en otras materias que a los trabajadores les vinieran muy bien”.
El problema del retraso
Con todo, coincide con las patronales en que “el que no se firmara el
nuevo convenio antes de febrero es un problema. De hecho, ya es una pega que no haya habido acuerdo antes de que terminara 2016. Ir avanzando en el año sin convenio no es conveniente, pero que no lo sea no significa que vayamos a querer resolver la situación a cualquier coste”.
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