Bajo el lema
“Estas en un lugar seguro”, el Gobierno y el Consejo de Farmacéuticos han difundido este lunes el nuevo protocolo de actuación ante la
violencia de género en la Farmacia Comunitaria. Un plan con el que se espera ayudar a los profesionales a detectar la señales de malos tratos y a saber cómo actuar ante un posible caso.
El protocolo, suscrito por la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género,
Victoria Rosell; y el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof),
Jesús Aguilar, establece cuatro supuestos de casos de violencia machista: mujeres que presentan signos de malos tratos y no quieren ser derivados a recursos especializados, las que viven con su agresor y piden atención para sus hijos, las que demandan atención especializada por la violencia sufrida en el pasado y las menores de edad que sean víctimas de esta violencia por parte de sus parejas o exparejas.
Entre los comportamientos de la supuesta víctima que invitan a la sospecha se encuentran el
actuar de manera evasiva (especialmente de él) o temerosa, manifestar sentimiento de culpa, mostrar agresividad o irritabilidad sin causa aparente o utilizar vestimenta o accesorios para ocultar posibles lesiones.
Ante este tipo de casos, Gobierno y Cgcof abogan por que el profesional trate de recibir a la mujer sola
“y hacerle saber que está ahí par apoyarla”, realizar preguntas facilitadoras (“Te veo preocupada, ¿qué tal van las cosas en casa?”), no criticar la actitud de la víctima,
escuchar sin interrumpir, ofrecer mensajes positivos y constructivos y no enjuiciar al agresor por la posible sumisión emocional de la afectada.
En el protocolo se insta también a no “infravalorar las sensaciones de la mujer” ni presionarla, así como a evitar su
revictimización contando su historia a varias personas”.
Erradicar la violencia machista con las farmacias
Tanto desde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género como desde el Cgcof inciden en que este protocolo es “la mejor prueba de la firme decisión de toda la profesión farmacéutica de sumar esfuerzos en una misma dirección:
erradicar la violencia contra las mujeres”.
En este sentido, Victoria Rosell ha destacado que “la prevención, protección integral y erradicación de la violencia de género es una tarea que atañe al conjunto de la sociedad”, y ha añadido que las oficinas de farmacia y todo su personal “son un servicio esencial y accesible para todas las mujeres, un lugar idóneo dónde pedir ayuda para
obtener una información cualificada, suministrada por los profesionales y por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género”.
Por su parte, Jesús Aguilar ha señalado que la farmacia comunitaria y el farmacéutico, “en su condición de
sanitario más accesible a los ciudadanos”, constituyen un “extraordinario sensor y recurso desde el que impulsar acciones que faciliten a las mujeres víctimas de violencia machista a dar el paso de denunciar”.
“La prevención, protección integral y erradicación de la violencia de género es una tarea que
atañe al conjunto de la sociedad”, ha subrayado.
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