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Agresiones a farmacéuticos: "Entraron con pasamontañas y armados"

Insultos, intentos de estafa y atracos son las experiencias que viven a diario los farmacéuticos comunitarios

La violencia física y verbal incrementa en el entorno farmacéutico.

02 feb 2025. 10.00H
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El día a día en la oficina de Farmacia transcurre entre la dispensación de medicamentos, el consejo a pacientes y la realización de fórmulas magistrales. En general, la calma dirige la rutina de las boticas y sus empleados. Sin embargo, esta no es sempiterna. Los gritos, los aspavientos e, incluso, los puños aparecen para quebrar la tranquilidad reinante en estos establecimientos. "Mucha gente no entiende que las decisiones que tomamos son por su bienestar", ha señalado Fernando -nombre ficticio- a Redacción Médica. Una incomprensión que acostumbra a derivar en violencia hacia el farmacéutico o técnico.

Fernando lo sabe bien. No es la primera, ni la última vez, que afronta una situación tensa. La mayoría de veces por no vender un determinado preparado. "Evito dispensar un fármaco si considero que el paciente no lo necesita y perder dos euros. Es preferible el capital moral que el económico", ha resaltado. Una postura que le ha llevado a enfrentamientos en su botica del extrarradio madrileño. Los insultos suelen hacer acto de presencia ante la negativa.

En una ocasión, el causante fue el lorazepam. El farmacéutico recibió a un paciente que buscaba la mencionada benzodiacepina. Sin embargo, la receta del médico señalaba que la podía sacar cada 30 días. Hacía poco más de una semana que el sujeto había acudido para su obtención. "En los países del sur de Europa solemos prescribirlo con demasiada soltura, cuando este medicamento no se debe tomar más de seis meses. La gente se ha acostumbrado a tomarlo ante cualquier desgracia de la vida y, al final, se hace adicta", ha explicado. Tras comprobar el volante entregado por el hombre, Fernando se opuso a entregarle el fármaco sino le traía uno nuevo. Entonces, estalló. "¿Quién te crees que eres?" o "¿Por qué cojones no me das mi medicación?" fueron algunas de las frases que espetó al boticario. "No me llegó a pegar, pero sí hubo violencia verbal", ha recordado. Tras dos o tres minutos de improperios, el individuo dejó la oficina de Farmacia, en búsqueda de otra en la que poder conseguir el preparado.

"Prefiero perder dos euros y evitar la dispensación de un fármaco si considero que no es necesario para el paciente"


Según el sanitario, la empatía suele ayudar a rebajar el tono de determinadas conversaciones. Explicar los motivos por los que no se da un medicamento, especialmente, cuando este se puede comercializar sin receta médica. Pero, no todo el mundo está abierto a recibir las indicaciones de los profesionales de Farmacia. Muchas veces cegados por la adicción a algún preparado. "Es un problema muy serio", ha lamentado Fernando. Un informe de la ONU, a través de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, revela que España es el mayor consumidor de ansiolíticos, sedantes e hipnóticos por cada 1.000 habitantes del mundo.

Una situación que afecta a quien se encuentra tras el mostrador. Figura a la que los clientes pierden el respeto. "La gente va a la farmacia con la intención de recoger una medicación y que de paso les den un gel de regalo. Pero, nosotros somos más que dependientes. Nos preocupamos por su salud, algo que parece que muchos no quieren entender", ha resaltado Fernando. "Los farmacéuticos también nos cansamos de ser amables constantemente", ha agregado.


Más allá de las adicciones


El consumo compulsivo de un medicamento no es el único motivo de conflicto. Decenas de pacientes se muestran contrarios a cambiar de marca comercial, pese a que el principio activo que buscan lo producen más farmacéuticas. "A veces, no tenemos el producto de un laboratorio en concreto. Si ofrecemos el mismo compuesto de otro, la gente se suele enfadar bastante", ha indicado el farmacéutico. "Nos suelen decir que le estamos dando otra cosa y que les queremos engañar", ha suspirado. En este sentido, Fernando ha demandado que "desaparezcan los intereses económicos" en el mundo de la Medicina, ya que se hacen patentes en las boticas.

A veces, el interés por un preparado desemboca en la ilegalidad. Fernando ha presenciado recetas y DNI falsos para conseguir una determinada dispensación. Un intento por llevar fármacos al mercado negro, práctica cada vez más habitual en España.

"Este tipo de acontecimientos hace que la gente tenga miedo de ir a la farmacia"


En el peor de los casos, la actuación delictiva se torna en un atraco, sea por los productos farmacológicos o el dinero. La farmacia en la que trabaja el sanitario fue víctima de uno recientemente. "Yo estaba de camino a la casa de una paciente para darle un medicamento. Entonces, un par de personas con pasamontañas y armadas con cuchillos entraron en la farmacia. Amenazaron a mi auxiliar e intentaron reventar la caja. Además, querían rivotril -nombre comercial del clonazepam-. Al no conseguirlo, se fueron", ha relatado a este diario.

Pese a que los atracadores fueron detenidos, los daños materiales ocasionados corrieron a cargo del establecimiento. Además, este tipo de acontecimientos genera un entorno de inseguridad que espanta a los usuarios. "Estas situaciones generan un impacto negativo. La gente tiene miedo de ir a la farmacia", ha aseverado Fernando.


La importancia de la denuncia


Evitar las agresiones a farmacéuticos no es fácil. Las boticas no suelen tener presupuesto para seguridad, más allá de la instalación de un botón de emergencia. La mejor estrategia para protegerse de pacientes violentos es el boca a boca. "Nos avisamos entre nosotros cuando entra alguien sospechoso", ha revelado Fernando. Una forma de prevenir posibles sustos.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos recomiendan la denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Se trata de la única forma de radiografiar la magnitud de un problema que no deja de crecer", han destacado desde el organismo. Además, la entidad cuenta con el Observatorio de Agresiones a Farmacéuticos, donde pueden describir los sucesos. La misión es descifrar patrones para dilucidar una solución.

"Lo peor es que pierdes la concentración en lo que realmente importa: la salud de los pacientes"


A Fernando le duele que los profesionales de Farmacia deban de estar en alerta ante robos, insultos o desplantes. "Lo importante es la salud de las personas y este tipo de incidentes hacen que pierdas la concentración en los que realmente importa", ha sentenciado. Y es que la calma en la botica no solo repercute en el día a día de sus trabajadores. También en la del paciente que cruza su puerta.
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Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.