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"La receta electrónica privada dificulta a quien quiere falsificar recetas"
Raquel Martínez, secretaria general de Cgcof, dice que hay que velar por el control del sistema de recetas electrónicas
Raquel Martínez, secretaria general del Cgcof.
11 dic 2025. 18.10H
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POR MARTA PLAZUELO
La Comisión de Seguimiento del Sistema de Receta Electrónica Privada (SREP) se reunió el 10 de diciembre en la sede del Consejo General de Farmacéuticos (Cgcof), a quiénes correspondía la presidencia rotatoria en el año 2025, que se va turnando entre estos y los consejos generales de Médicos, Dentistas y Podólogos. Raquel Martínez, secretaria general del Cgcof, afirma a Redacción Médica que es importante velar por la seguridad del sistema de recetas electrónicas: “Hay que ir pensando en la dirección en la que queremos ir y ponérselo difícil a la gente que quiere falsificar”. Además, añade al hilo de esta reunión de la Comisión que es importante trabajar en que se establezcan unas estructuras más sólidas y que se hagan campañas para el buen uso de las recetas.
“Es muy importante el control de las plataformas de receta electrónica, porque rápidamente podemos corregir los errores. Siempre hay que tener en cuenta que el papel es más fácil de falsificar”, comenta la secretaria general, que adelanta que el año que viene la presidencia recaerá en los médicos, siguiendo con una iniciativa que comenzó en el año 2019 y que cumple seis años próximamente. Desde el Cgcof transmiten que se ha conseguido consolidar un sistema que “permite interoperar a todos los agentes que actúan en el ciclo de prescripción-dispensación de los medicamentos, con toda la seguridad que aporta al paciente y que garantiza la protección de sus datos”.
El cambio hacia la receta electrónica no ha sido una simple sustitución de un formato por otro, se trata de un sistema en el que son partícipes los distintos profesionales sanitarios que hacen uso de las mismas. Desde que la Receta Electrónica Privada que se puso en marcha a finales de 2019, la plataforma ya atiende a más de nueve millones de pacientes en todo el país. El eje principal es la privacidad: los datos clínicos y el historial se mantienen confidenciales, tal como exige la ley. Desde el Cgcof afirman que incluso la dispensación de medicamentos más delicados, como los estupefacientes, se maneja con la máxima seguridad y control que exige la Agencia Española de Medicamentos.
El sistema verifica al instante que la persona que emite la prescripción y el farmacéutico que la dispensa están ambos legalmente habilitados para ejercer. Esto elimina la incertidumbre y asegura el proceso médico, a la vez que se erige como una herramienta en la lucha contra el fraude, cerrando la puerta al mercado ilícito, uno de los objetivos de la misma.
“Es muy importante el control de las plataformas de receta electrónica, porque rápidamente podemos corregir los errores. Siempre hay que tener en cuenta que el papel es más fácil de falsificar”, comenta la secretaria general, que adelanta que el año que viene la presidencia recaerá en los médicos, siguiendo con una iniciativa que comenzó en el año 2019 y que cumple seis años próximamente. Desde el Cgcof transmiten que se ha conseguido consolidar un sistema que “permite interoperar a todos los agentes que actúan en el ciclo de prescripción-dispensación de los medicamentos, con toda la seguridad que aporta al paciente y que garantiza la protección de sus datos”.
El sistema español de Receta Electrónica Privada
El cambio hacia la receta electrónica no ha sido una simple sustitución de un formato por otro, se trata de un sistema en el que son partícipes los distintos profesionales sanitarios que hacen uso de las mismas. Desde que la Receta Electrónica Privada que se puso en marcha a finales de 2019, la plataforma ya atiende a más de nueve millones de pacientes en todo el país. El eje principal es la privacidad: los datos clínicos y el historial se mantienen confidenciales, tal como exige la ley. Desde el Cgcof afirman que incluso la dispensación de medicamentos más delicados, como los estupefacientes, se maneja con la máxima seguridad y control que exige la Agencia Española de Medicamentos.
El sistema verifica al instante que la persona que emite la prescripción y el farmacéutico que la dispensa están ambos legalmente habilitados para ejercer. Esto elimina la incertidumbre y asegura el proceso médico, a la vez que se erige como una herramienta en la lucha contra el fraude, cerrando la puerta al mercado ilícito, uno de los objetivos de la misma.
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