Tres perfiles preferentes para recibir la píldora covid de Pfizer en España

Dentro de poco tiempo, los médicos españoles tendrán a su disposición el nuevo medicamento oral de Pfizer, el denominado Paxlovid. Se trata de una combinación de dos antivirales, el ritonavir y el nirmatrelvir, logrando una reducción del 89 por ciento de hospitalizaciones por covid en pacientes de alto riesgo. En este sentido, surgen dos incógnitas: por un lado, ¿qué pacientes serán prioritarios para su administración? y, por otro, ¿qué servicio se encargará de dispensarlo? Jesús Sierra, jefe de Sección de Farmacia Hospitalaria del Hospital de Jerez y portavoz de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), resuelve todos estos interrogantes.

Para Sierra, los pacientes que ocupan el primer puesto para la administración de Paxlovid son, por una parte, "aquellas personas positivas en covid, que se encuentran en un momento moderado de síntomas y dentro de los primeros cinco días. A esto habría que añadir el que se trate de pacientes que tienen más riesgo de hospitalización". En el caso de estos últimos, "estas personas serían aquellas que además de tener síntomas y no están vacunadas o no han tenido una adecuada respuesta a la vacunación, pero que también tienen algún factor de riesgo de evolucionar mal y necesitar ese ingreso en el hospital", explica Sierra.

Sin embargo, "si sumamos los pacientes con síntomas, que se encuentren en los primeros cinco días, no estén vacunados y tengan un factor de riesgo para evolucionar en covid grave; el tipo de paciente que puede recibir este tratamiento tiene muy poca prevalencia en nuestra población a día de hoy", advierte Sierra.

Por todo ello, para el experto el primer paso que habría que dar es establecer un perfil de paciente para el que se destinará este tratamiento. "Actualmente, las personas que están siendo hospitalizadas son aquellas no vacunadas y con riesgo de evolucionar en enfermedad grave; y personas con un sistema inmune debilitado. Son estos casos los candidatos a recibir Paxlovid", señala Sierra.

¿Quién debe dispensar el tratamiento de Paxlovid?

El farmacéutico también declara que "hay una cierta confusión en cuanto a dónde y quién debería dispensar el fármaco". Desde su punto de vista, esto se debe a la no existencia de un perfil exacto de paciente y, según Sierra, "se podría pensar que estaría mejor en la oficina de farmacia y cierto uso en Atención Primaria, para así evitar que los pacientes evolucionen a una enfermedad grave y requieran una atención hospitalaria".

En cambio, para el farmacéutico, teniendo en cuenta el tipo de paciente descrito anteriormente, "no está remarcado tan claramente en la Atención Primaria y en la Farmacia comunitaria, ya que hablamos de  pacientes que con frecuencia son atendidos a nivel hospitalario (pacientes trasplantados en tratamiento inmunosupresor, pacientes con que reciben quimioinmunoterapia, etc)". A pesar de que para Sierra el entorno idóneo para administrar el fármaco a estas personas sería la Farmacia Hospitalaria, no niega la posibilidad de que éste se administra desde la Atención Primaria.

En este sentido, Sierra también suma la gran complejidad que supone el manejo de ritonavir, un inhibidor de proteasa que se emplea en la lucha contra el sida, asegurando que "existen contraindicaciones en las que no se debe usar este fármaco", como puede ser en personas en tratamiento con tacrolimus, un inmunosupresor de uso muy frecuente. 

"Si hablamos de interacciones con fármacos que, sin ritonavir, tienen su nivel terapéutico adecuado, al colocar ritonavir podríamos llevar a exposición a concentraciones que estén por encima de lo tolerable. Es ahí donde habría que valorar si hay que cambiar el fármaco actual o tomar otra opción o razonamiento diferente", donde sí tendría un papel importante el farmacéutico de hospital. 

"Estamos ante un terreno que ya conocemos y en el que tendríamos mucho que aportar"

Ante el último anuncio que dio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la compra de 344.000 antivirales a Pfizer, Sierra afirma que es algo muy positivo para la Farmacia Hospitalaria por dos cuestiones. "En primer lugar, porque se trataría con un tipo de pacientes que los farmacéuticos ya conocen y, segundo, porque la pandemia ha hecho que los profesionales de este servicio estén acostumbrados a revisar y validar su comportamiento y a manejar a los pacientes, junto con el resto del equipo médico".

Sierra asegura que "los farmacéuticos de hospital están muy acostumbrados al manejo de las interacciones con ritonavir, tenemos experiencia por la farmacoterapia del VIH y por el Covid-19, ya que este fue uno de los medicamentos que se utilizó al inicio de la pandemia en hospitalizados". Por todo esto, "en cuanto a la parte práctica, para la Farmacia Hospitalaria es un terreno de conocimiento que ya tenemos, tanto en patología como en farmacoterapia y tendríamos mucho que aportar", concluye.