"La
terapia génica supone un reto en cuanto a la formación y a la gestión para la Farmacia Hospitalaria, desde la preparación del fármaco a la administración del mismo". Así lo asegura
Susana Cortijo, del Servicio de Farmacia Hospitalaria del
Hospital 12 de octubre de Madrid, quien añade que esto supone "un gran desafío para el farmacéutico ya que conlleva adquirir nuevos conocimientos y llevar a cabo la preparación de una terapia de alta complejidad".
Cortijo es una de las profesionales del Servicio de Farmacia Hospitalaria implicadas en toda la gestión del fármaco para administrar la primera
terapia génica aprobada en España para el tratamiento de la
distrofia de retina. En concreto, esta terapia está destinada a un tipo determinado de distrofia hereditaria que afecta, sobre todo, a niños y adultos jóvenes, producida por la mutación del
gen RPE65.
El 12 de Octubre es uno de los cuatro centros sanitarios españoles y el único de la región designado para el uso de este innovador fármaco, denominado
Luxturna. Pero para poder crearlo se necesita un número de personal sanitario que, a día de hoy, "es asumible". Sin embargo, a futuro, si estas terapias van siendo mayoritarias, se necesitará una unidad que se ocupe de este tipo de
terapias génicas", señala Cortijo. Asimismo asevera que "lo ideal sería independizar un área de preparación exclusiva y que esté especializada en estos tratamientos".
"En cuanto a los
profesionales sanitarios, siempre debe haber un farmacéutico especialista formado en este tipo de
terapias génicas, además de personal de
Enfermería y técnicos encargados de la elaboración y conservación del fármaco", explica Cortijo. Igualmente, la farmacéutica asegura que "es una terapia muy compleja y es muy importante trabajar de forma coordinada con otros servicios, tanto en la preparación como en la administración del medicamento, para que todo esté a tiempo y perfecto, y también asegurar la correcta
atención del paciente".
La formación, clave para el desarrollo de terapias génicas
Los profesionales del 12 de Octubre son quienes manejan y preparan el fármaco para posteriormente utilizarlo en quirófano. Para poder realizar todas estas técnicas, "los farmacéuticos tuvimos que llevar a cabo una formación y entrenamiento, dada por el propio laboratorio de
Luxturna, sobre cómo manejar estas
terapias génicas y, sobre todo, focalizarnos en la gestión que estas suponen, ya que se trata del primer medicamento de este tipo que nosotros gestionamos", apunta Cortijo.
Además de la dificultad del manejo y la gestión de las
terapias génicas, "estas también
requieren múltiples materiales que sean compatibles con los fármacos, como es el ultracongelador, un equipo capaz de mantener la temperatura adecuada para estos fármacos por debajo de los 65 grados centígrados (ºC)". A este se le suma "la necesidad de disponer de una cabina de seguridad biológica de clase dos que disponga de flujo laminado vertical, de la cual ya dispone el centro hospitalario porque son las que utilizamos para la preparación de
terapia oncológica", añade Cortijo.
"El equipo de Farmacia y Oftalmología hicimos un simulacro y repasamos cómo era todo el proceso para responder ante cualquier contratiempo"
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Cortijo también aclara que, tras adquirir todo el material necesario, "antes de llevarlo a la práctica, el equipo de Farmacia y de Oftalmología hicimos un simulacro y repasamos cómo era todo el proceso para responder ante cualquier contratiempo". A esto se suma la necesidad de que "los dos servicios se coordinen, ya que la estabilidad del fármaco es muy reducida y todo el proceso se tiene que ejecutar en cuatro horas".
¿Cómo es el proceso de la terapia génica en distrofia de retina?
Todo el proceso de la
terapia génica es denso y largo. Una vez que el paciente es revisado por el
anestesista y es óptimo para el procedimiento, "los farmacéuticos empezamos el proceso de descongelación a temperatura ambiente del fármaco, que requiere entre 20 o 40 minutos", desarrolla Cortijo. Una vez descongelado, según la farmacéutica, "comprobamos el estado de los viales y ver que el fármaco es transparente y no tiene ninguna partícula".
Por último, Cortijo expone que "se cargans dos jeringas con 0,8mm con el contenido del fármaco: una de ellas para administrásela al paciente y la otra la usamos de 'back up' por si hubiera algún problema con la primera".
Se trata de una cirugía compleja pero "este tipo de terapias abren la puerta para el tratamiento de otras patologías. Sin lugar a dudas, este es el futuro para los pacientes", concluye.
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