La
financiación de la conocida como profilaxis pre-exposición o
PrEP (emtricitabina y tenofovir) ha movido a la
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) a posicionarse respecto a la designación de centros para su dispensación.
Al anunciar la entrada en la cartera básica del
SNS, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social señaló que su dispensación “se realizaría por los
servicios de Farmacia Hospitalaria o en centros asistenciales autorizados, sin coste directo para el paciente”.
Así las cosas, la SEFH ha recordado que los
medicamentos antirretrovirales, como los que componen la PrEP, son de uso hospitalario y, por tanto, deben adecuarse “a los canales establecidos de dispensación”, además de contar “
siempre con la actuación profesional de los farmacéuticos especialistas para la dispensación y seguimiento de las personas en profilaxis, para lo que es necesario que se incorporen centros con Servicio de Farmacia Hospitalario” para su dispensación.
Plan Nacional Sobre el Sida
El
posicionamiento de la sociedad científica indica que el
Plan Nacional Sobre el Sida ya establece que las unidades asistenciales que ofrezcan la PrEP, entre los requisitos a cumplir,
deben tener en el centro un “Servicio de Farmacia Hospitalaria para la custodia, dispensación y monitorización del uso de la medicación”.
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"La labora del farmacéutico de hospital es clave para mantener la efectividad de estos fármacos"
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“Para la dispensación de la PrEP es necesario un
control periódico cada tres meses de la ausencia de infección por VIH-1, ya que en caso de infección no detectada y continuar con la profilaxis, existe el riesgo de mutaciones de resistencia al VIH-1”, explica el documento.
Además, el farmacéutico será quien revise las posibles interacciones de la profilaxis, “incluso con medicamentos de uso tan habitual como los antiinflamatorios no esteroideos, por el riesgo de nefrotoxicidad”.
Larga experiencia con la PrEP
La SEFH señala que los farmacéuticos de hospital llevan trabajando en “programa de atención farmacéutica para pacientes con infección por VIH desde el inicio de la epidemia,
trabajando de forma muy estrecha con los servicios de Enfermedades Infecciosas y con los pacientes para obtener los mejores resultados en salud”.
“La labor del farmacéutico de hospital, integrado en el equipo clínico, resulta igualmente clave para mantener la efectividad de estos fármacos, mediante el adecuado control de la adherencia, la detección y el manejo de posibles eventos adversos e interacciones con el resto del tratamiento y otras sustancias, así como la comunicación directa y fluida con los servicios médicos del hospital”.
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