La atención a la
salud en su concepto más amplio, más allá del
medicamento, es la quinta palanca de cambio de la
Farmacia Hospitalaria. Es el
leit motiv que ha elegido
Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (
SEFH), para su 63 congreso, que acaba de finalizar en
Palma de Mallorca.
Ese concepto de salud implica anticiparse a la enfermedad, buscar la
prevención y promoción de la salud, campos a los que hasta ahora el farmacéutico parecía ajeno. La profesión no para de transformarse, pero Calleja considera que el
potencial motivador de su mensaje no durará mucho más tiempo, que se necesitan nuevas caras para continuar con ilusión, por lo que hace falta renovación. El año que viene, en el congreso que se celebrará en Sevilla, habrá elecciones pero no se presentará.
¿Cómo ve lo de repetir?
Yo veo bien cuatro años. Estoy aportando lo que puedo y me obliga a llevar un ritmo rápido.
Ocho años a mí, personalmente, se me hacen largos. Entre cuatro y cinco años es suficiente para aportar mi granito de arena a la sociedad.
Adicionalmente, por los estatutos, al haber sido durante cuatro años vicepresidente,
ya llevo ocho años en la junta directiva, y no podemos estar más de ocho años. Aunque quisiera seguir, no podría. Veo bien dejarlo y que pase otra gente, savia nueva.
José Luis Llisterri, presidente de Semergen, está en un segundo mandato de cuatro años pero decía que lo ideal serían, como mucho, dos de tres años, para no estar más de seis.
José Luis Poveda (el anterior presidente de la SEFH) estuvo ocho años y a
un muy buen ritmo hasta el final. Se puede. Lo que pasa es que, en mi caso, creo que los ciclos de cuatro o cinco años son buenos, y toca un cambio. No solo por uno mismo sino por dedicar más tiempo al hospital. No es lo mismo cuatro que ocho años en un mismo hospital.
"El congreso de Palma supone la quinta palanca de la transformación de la Farmacia Hospitalaria"
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Yo voy renovando y mejorando mis mensajes, pero si me oyen durante ocho años muchos de estos mensajes van a ser repetitivos,
quizá pierda un poco esa ilusión por hacer proyectos que me satisfagan completamente.
¿Qué va a suponer este congreso de Palma de Mallorca que acaba de terminar para la Farmacia Hospitalaria?
Va a ser un hito y un punto de inflexión. Por cómo está diseñado y la orientación que el comité le ha dado, desde mi punto de vista supone la
quinta palanca de la transformación de la Farmacia Hospitalaria. José Luis Poveda hablaba de cuatro palancas de cambio: el desenfocarnos del medicamento y enfocarnos en el paciente con un tratamiento; el cuarto año de residencia, que permitía fomentar las actividades clínicas del residentes; los pacientes externos; y los centros sociosanitarios y la atención a pacientes crónicos.
Creo que esta quinta palanca lleva a que el farmacéutico tiene que hacer esa transformación incorporado coordinación con la Atención Primaria y, sobre todo,
incorporando la anticipación para evitar que el paciente enferme, para promover la salud de las personas antes de ser pacientes, y de los pacientes antes de tener otras enfermedades, y para que no aparezcan efectos no deseados del tratamiento con el que están siendo tratados.
Anticiparse es como cambiar el tiempo en el que atendemos al paciente. Hasta ahora es: comienza el tratamiento y atendemos, y esto tiene que ser anterior. Esto va alineado con la estrategia de la SEFH, porque
tenemos estrategias de actuaciones predictivas, técnicas de farmacogenética por ejemplo; selección y cribado de pacientes, que lo tiene Mapex... Es un cambio cultural que tenemos que hacer los farmacéuticos: no estamos solo para personas con enfermedad y tratamiento, también lo estamos para personas sin enfermedad.
Parece algo contrario a lo que es un farmacéutico, anti-intuitivo. ¿Cómo se ve la evolución del farmacéutico de hospital en el resto del centro?
Tenemos que darle más visibilidad y actuar más en este sentido. Todo lo que sea promover la salud, y
no solo es que un paciente que no tiene tratamiento siga sin tenerlo, es promover que uno que está en un tratamiento con un tipo de fármaco no tenga la necesidad de pasar a otro tipo de fármaco de siguiente línea. Estamos previniendo la enfermedad y el descontrol de la misma.
En todo lo que sea promoción y prevención de la salud hay tanto por hacer... Estamos todos implicados y todas las manos son pocas. Cuando hablamos con otras especialidades, ven que podemos colaborar en muchas cosas.
En primer lugar, por los
sistemas de información. El que tiene la Farmacia Hospitalaria es muy potente, y esto ayuda a seleccionar pacientes con determinadas características. Y en esto, los compañeros clínicos ven bien apoyarse en nosotros.
Por otro lado, el farmacéutico tenemos la visión global del paciente. Aunque estamos trabajando por superespecialidades,
abordamos todo el el tratamiento del paciente. No solo miramos el tratamiento que estamos dispensando en un momento dado al paciente.
En ese abordaje global se puede enmarcar el programa de humanización que está abordando la SEFH. ¿En qué consiste?
El plan de humanización ha sido una iniciativa a raíz del congreso del año pasado, que
tuvo un itinerario de humanización. Nace por la necesidad de poner en valor todo lo que hace la Farmacia Hospitalaria en humanización, para mejorar la calidad y la calidez del tratamiento de los pacientes.
"Noto que los médicos van teniendo más confianza en el uso de los biosimilares"
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Por otro lado, vemos que hay margen de mejora importante. Este plan se hace por, para y con los pacientes. Ellos están
integrados en el grupo de trabajo, se les ha preguntado qué consideran que no se les estaba dando desde la Farmacia Hospitalaria, y lo que pretende ser es una guía para que los Servicios de Farmacia puedan mejorar mucho en este aspecto.
Clásicamente, los farmacéuticos estábamos muy preocupados por que los medicamentos sean eficaces y seguros. Esas son nuestras variables primarias, y si pueden ser eficientes, mejor. Pero
hay una variable que siempre evaluamos que es la conveniencia para el paciente, la satisfacción, la calidad de vida.
Estamos trabajando mucho ahora en los PRO, los resultados reportados por el paciente, y
ponerse a mirar con los ojos del paciente solo se hace preguntando, porque no se puede imaginar o suponer. Al final, el producto es una guía que puedes aplicar en tu centro y te ayuda a cambiar tu perfil, con recomendaciones, con formas de autoevaluar el grado de humanización que tienes en tu servicio.
Los planes de humanización de las administraciones son muy diversos. ¿Tienen en cuenta al farmacéutico de hospital en toda su dimensión de profesional sanitario?
Hay muchas comunidades que ya han hecho su plan de humanización, nosotros hacemos este plan para potenciar y planificar ese grado de compromiso que la Farmacia tiene con sus comunidades autónomas y el Ministerio.
Pero suelen ser planes que abarcan toda la asistencia sanitaria. La farmacia colabora pero están pensados para una asistencia habitual, masiva, cuando hablan de listas de espera, por ejemplo.
Yo no puedo tener lista de espera porque, si la tengo, el paciente no toma su medicamento y no tiene adherencia. El problema de la lista de espera no me afecta, el tiempo de espera sí. Nuestro plan ya está adaptado a las necesidades que tiene la farmacia, y cuando aplicas esa guía sirve para el cumplimiento del plan de humanización de la comunidad.
Desde hace unos tres años comienzan a popularizarse los biosimilares de anticuerpos monoclonales. Vistos los resultados de su uso, los farmacéuticos de hospital, que fuisteis pioneros en apostar por los biosimilares, ¿sentís que se os está dando la razón por fin?
Lo que noto es que los médicos van teniendo más confianza en el uso de los biosimilares, la amenaza se está diluyendo y lo usan con más seguridad y tranquilidad. Vamos bien, pero
vamos lento comparativamente con otros paises en el grado de penetración de los biosimiliares de anticuerpos monoclonales, salvo infliximab, que está prácticamente en el 50 por ciento de los hospitales. En el resto de biosimilares el crecimiento es más lento que en los países nórdicos, por ejemplo, que tienen una estrategia diferente, o que en Reino Unido.
Hace poco estuve en una reunión en el Parlamento Europeo sobre este tema, para ver qué estrategias se pueden llevar a cabo desde la Comisión Europea para tratar de
facilitar la penetración de los biosimilares de forma más ágil. Los biosimilares en sí generan una innovación y además facilitan la desinversión.
Aunque hay comunidades autónomas que han establecido indicadores, como Madrid o Cataluña, hay otras que no. Yo pienso que, en esto, tenemos que agilizarlo. No me importa ir lento porque, si vamos bien, los médicos son cada vez más conscientes de la seguridad de estos fármacos, pero me gustaría que fuéramos más ágiles.
¿Considera que la entrada de María Jesús Lamas en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios puede favorecer esta implantación?
La entrada de Chus Lamas como directora de la Agencia
ha sido una cosa muy positiva para toda la profesión. Es una persona muy preparada, que tiene un conocimiento de la asistencia sanitaria, y de la Farmacia Hospitalaria, pleno. Estoy convencido de que va a establecer líneas de trabajo muy potentes y van a permitir mejorar la situación. Ya estamos notando en determinadas cuestiones su implicación por la seguridad de los tratamientos, por la trazabilidad y por la innovación en nuevas moléculas.
"Nuestro programa formativo está completamente desfasado"
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En cuanto al tema de biosimilares, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) deja a los Estados Miembros todo lo que sea la gestión del uso de biosimilares. Hay competencias que son de la Agencia (española), que tiene mayor conocimiento real de los hospitales, que sirve para saber qué medidas se pueden llevar a cabo para que haya un crecimiento sostenible que facilite la innovación.
Pero
no todas las competencias son de la Agencia Española de Medicamentos, hay otras que corresponden a las comunidades autónomas. Por tanto, tiene que ser un trabajo colaborativo, coordinado, entre Agencia, Dirección General de Cartera Básica de Servicios del SNS, y comunidades autónomas.
Después de casi 20 años sin actualizarse, ¿cómo dificulta el programa formativo de la especialidad que todos estos cambios se realicen?
Nuestro programa formativo está completamente desfasado, desde 1999. Afortunadamente, el que aplicamos en los hospitales ya está adaptado a las necesidades reales del momento actual, pero tenemos una necesidad imperiosa de que ese programa que entregamos a la Dirección General de Ordenación Profesional (del Ministerio de Sanidad) en septiembre de 2017 se apruebe con urgencia.
Con la dirección general hemos tenidos varias reuniones, trasladándole esta necesidad, tanto con la anterior como con la actual. Con la actual
hemos recibido el feedback de que eso pudiera realizarse pronto. Rodrigo Gutiérrez entiende que un programa que data de 1999 está desfasado, es consciente de que estamos aplicando otro, pero el que hemos presentado es un programa riguroso, con la sistemática que ha establecido el ministerio, con competencias transversales, específicas... Es un programa muy completo y se ajusta a las cinco palancas que he comentado.
Creo que la nueva Dirección General va a hacer avances, y tenemos el aval de que el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud también lo tiene como una prioridad, el hecho de que todas las especialidades tengan un programa actualizado.
El presidente de la SEFH se prepara para afrontar su último año en el cargo.
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En la troncalidad se hablaba del cambio de denominación –Farmacia Hospitalaria y de Atención Primaria– y se tanteó un cambio de toda la especialidad. ¿Cuál es la posición de la SEFH?
La SEFH entiende que el futuro de la especialidad sea con un ámbito competencial mayor que el hospital,
el hospital se nos ha quedado pequeño. Facilitaría la coordinación con Primaria el poder tener esa especialidad.
El planteamiento de la Dirección General anterior era un planteamiento de nueva especialidad. La SEFH no quiere esto.
La Farmacia Hospitalaria lleva 41 años formando residentes, y entendemos que hay que hacer un cambio a un ámbito mayor, pero no como una nueva especialidad, sino como de una modificación del alcance. Sí entendemos que pueda ser un cambio de nombre, en ese sentido lo vemos bien. Tampoco estamos de acuerdo con que haya un periodo transitorio de concesión de títulos a personas que no hayan hecho el FIR.
Han pasado 24 años desde que se celebró el anterior congreso de la SEFH en Palma. La profesión ha cambiado mucho desde entonces. ¿Cómo la ve dentro de otros 24 años?
Veo una profesión mucho más evolucionada, mucho más consolidada, no solo en las actividades logísticas y tecnológicas sino también en las actividades clínicas, mucho más cercana a los pacientes, tanto ingresados como no ingresados, veo un farmacéutico de hospital por cada servicio clínico, por lo menos, y veo farmacéuticos de hospital que trabajen no solo en el hospital sino desde el hospital y antes del hospital, en Primaria, en lo sociosanitario, en Instituciones Penitenciarias y en cualquier ámbito en el que se utilice un medicamento y queramos que el efecto sea positivo.
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