La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (
SEFH) ha estado presente en la primera reunión internacional organizada por
ASL Roma 4, entidad dependiente del departamento de
Sanidad de la Región del Lazio, la Sociedad Italiana de Medicina y
Sanidad Penitenciaria (Simspe) y la Sociedad Italiana de
Psiquiatría de la Dependencia (SIP-Dip).
Fue
Miriam Celdrán, del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante, quien acudió a la capital italiana a principios de mes representando a la SEFH, participante en la jornada ‘Comparativa entre el
sistema penitenciario italiano y español. Foco en la
salud mental’, en la que también ha estado invitada la ministra de Sanidad italiana,
Guilia Grillo.
Nuevas vías de colaboración
Celdrán ha pronunciado la ponencia ‘Consideraciones legales y organizativas de los Servicios de Farmacia en el interior de las instituciones penitenciarias en España’.
“La comparación entre las realidades institucionales y clínicas de los dos países ha servido para la apertura de nuevas vías de colaboración que, sin duda,
redundarán en la mejora de la atención médica y farmacéutica en el marco de nuestra administración penitenciaria”, ha explicado la farmacéutica.
El sistema penitenciario en Italia se ha convertido en un punto de referencia dentro del ámbito sanitario
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Durante el debate se ha puesto de manifiesto la
necesidad de ofrecer las mismas condiciones y coberturas sanitarias a toda la población reclusa en general, con especial atención a los trastornos mentales y la asistencia psiquiátrica penitenciaria para luchar contra el alto riesgo de suicidio detectado.
El sistema penitenciario en Italia se ha convertido en los últimos años en un punto de referencia dentro de ámbito sanitario, partiendo de la necesidad de ofrecer las mismas condiciones a los reclusos que al resto de ciudadanos.
La sanidad penitenciaria, de Interior a Sanidad
El paso de la asistencia sanitaria del Ministerio del Interior al de Sanidad ha conllevado considerables cambios tanto en el plano jurídico como organizativo. Al respecto, la ley que ha decretado el
cierre de los hospitales psiquiátricos penitenciarios ha añadido complejidad al sistema y situado al psiquiatra de manera inevitable en el centro del sistema.
De hecho, los internos con enfermedades mentales, cuando llegan al contexto penitenciario, necesitan atención diagnóstica y terapéutica especializada para
valorar su compatibilidad con la permanencia en prisión o para controlar factores de riesgo sanitario, sobre todo en lo relativo a las autolesiones o la tendencia al suicidio.
Junto a Miriam Celdrán han participado, desde España, Carlos Mur (del Plan de Salud Mental), José Miguel Antolín (vicepresidente de la SESP), José Joaquín Antón (presidente de la SESP), Modoaldo Garrido (vicepresidente de Sedisa), Elisabet Turú (directora del Programa de Salud Penitenciaria del Instituto Catalán de la Salud), José Antonio de la Rica (director de la Red de Salud Mental), José Martín Zurimendi (del consejo asesor de Salud Mental de Euskadi) y Álvaro Muro (psiquiatra).
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