Un estudio coordinado por el Servicio de Farmacia del
Hospital Clínico Universitario de Santiago incide en la importancia de la individualización del tratamiento de los fármacos
antifúngicos, pues la
genética de cada individuo influye en su concentración en el cuerpo.
Así, casi la mitad de pacientes gallegos (los hospitales del estudio estaban repartidos por las cuatro provincias) a los que se les administró voriconazol no alcanzaron concentraciones efectivas del fármaco frente a infecciones por los hongos
Aspergillus y
Candida.
El nivel del fármaco en el lugar de acción está relacionado con las características genéticas del individuo, que determinarán el grado de actividad del citocromo CYP2C19 encargado de metabolizar el voriconazol, señala el estudio, publicado en
Pharmacotherapy Journal, revista del Colegio Americano de Farmacia Clínica.
"Metabolismo acelerado" del fármaco
"Es fundamental la aplicación de pruebas farmacocinéticas y farmacogenéticas que puedan aportar soluciones individualizadas a los pacientes"
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Sara Blanco Dorado, primera autora, señala que el 30 por ciento de los pacientes presenta polimorfismos que originan un “metabolismo acelerado” del fármaco, explicando así la falta de efecto del mismo.
Para optimizar los tratamientos antiinfecciosos, “es fundamental la aplicación conjunta de
pruebas farmacocinéticas y farmacogenéticas que puedan aportar soluciones individualizadas” a los pacientes que puedan requerirlo.
La identificación de estos pacientes permitirá utilizar en ellos dosis más elevadas del fármaco, que garanticen buenos resultados terapéuticos, señala el estudio, que ha sido coordinado por María Jesús Lamas y Anxo Fernández Ferreiro.
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