El potencial formativo de las
redes sociales está minusvalorado, a pesar de que el
aprendizaje social, el adquirido de forma colaborativa, supone entre un 20 y un 40 por ciento del aprendizaje total, explica
Alfredo Montero, farmacéutico en el Nuestra Señora de la Candelaria y coordinador de la web
Stop Errores de Medicación.
“Las funcionalidades formativas de las redes sociales son la
colaboración horizontal entre usuarios y la información instantánea, sin
barreras geográficas ni temporales”, explica. Montero ha participado en la mesa dedicada a nuevas tecnologías y formación dentro del 62 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (
SEFH).
“Estamos por ver si estas herramientas, que enganchan tanto incluso al profesional sanitario, son óptimas para
adquirir de manera informal estos conocimientos”. Los farmacéuticos de hospital son uno de los gremios especializados con más presencia en Twitter, pues hay entre 800 y 900 usuarios de los algo más de 3.000 farmacéuticos hospitalarios españoles.
“En el congreso de 2012 se dio mucha caña al 2.0”, comenta, “pero
la gente sigue siendo pasiva,con retuits y sin aportar mucho contenido”. Montero explica que no se ha validado el grado de aprendizaje por redes sociales, pero ya hay experiencias de formación acreditadas a través de Twitter.
Un momento de la charla dedicada a las nuevas tecnologías y la formación del farmacéutico.
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Por ejemplo menciona Twitterapéutica, un seminario gratuito a través de esta red social en el que “se soltaban cada semana tuits sobre farmacoterapia y se realizaba cada día o semana un examen, obteniendo de forma gratuita un diploma si era superado”. Menciona además otros cursos de
redacción de artículos científicos “pero nosotros [por los farmacéuticos de hospital] hemos sido pioneros” en un modelo formativo clásico con créditos de formación continuada para profesionales sanitarios en Farmacia Hospitalaria.
Stop Errores de Medicación
La iniciativa Stop Errores de Medicación también es un buen ejemplo de cómo se pueden aprovechar las funcionalidades de las redes sociales para la formación e información sanitaria. Se trata de un movimiento “que surgió de forma espontánea en redes sociales para
fomentar el uso seguro del medicamento tanto entre profesionales como pacientes y cuidadores”.
A pesar de la
buena retroalimentación informativa y de una iniciativa en change.org que recogió más de 70.000 firmas, Montero indica que el
objetivo real todavía no se ha cumplido: unir al Ministerio de Sanidad (con la Aemps) y Farmaindustria para la elaboración de una guía de diseño seguro de medicamentos respecto a envasado, etiquetado, etc.
Hay diversas Proposiciones No de Ley en marcha tanto en el Parlamento Nacional como en los de algunas autonomías, y se están estudiando. Como señala el farmacéutico, “aunque no son muchos, los errores de medicación ocurren y son cien por cien evitables”.
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