El Hospital de Basurto (Bilbao) ha puesto en marcha un proyecto de conciliación de la medicación de ancianos para reducir al máximo el número de consultas de urgencias por caídas asociadas a efectos secundarios de la farmacoterapia.
Montserrat Alonso, farmacéutica de urgencias del hospital, explica que el traumatismo craneoencefálico es “una constante en urgencias”. Se estima que se producen 200 casos por cada 100.000 habitantes, y entre los factores de riesgo se encuentra el uso de determinados medicamentos.
El 95 de los mayores de 75 años toma algún medicamento asociado a riesgo de caídas, siendo los más consumidos los antihipertensivos (63,4 por ciento) seguidos de opiáceos (39,2 por ciento) o benzodiacepinas (38,6 por ciento).
El grupo que puso en marcha el proyecto (en el que participó Alonso y otra farmacéutica de Basurto) llevó a cabo una reflexión sobre la conveniencia de su uso, y se acordó una estrategia conjuntamente con Atención Primaria.
La farmacéutica de urgencias realizaba una identificación de los casos de traumatismo asociados a medicamentos de riesgo. Seguidamente, el urgenciólogo entregaba al alta una hoja de recomendaciones para el paciente, donde se avisaba que el centro de Primaria podría llamarle y directamente se daba la cita desde urgencias. Previa a la cita, médico y enfermera de Primaria harían una revisión no presencial de la medicación.
Los resultados de este proyecto piloto aún están por ser determinados. No obstante, Montserrat Alonso concluye que “la coordinación de urgencias con Atención Primaria es posible si hay entusiasmo”.
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