La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (
SEFH) junto a la
SEIP (Sociedad Española de Infectología Pediátrica) celebran la
I Jornada multidisciplinar de PROA (programa de optimización de uso de antimicrobianos) pediátrico con un marcado carácter multidisciplinar, desarrollado de forma híbrida en el
Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, y que contó con la asistencia de más de 200 Farmacéuticos de Hospital y Pediatras.
Cecilia Martínez Fernández-Llamazares, Secretaria de la SEFH, explicó en la inauguración que, “esta reunión de ámbito nacional supone un paso más en la colaboración que desde hace años se realiza entre ambas sociedades,
SEFH y
SEIP, y más concretamente entre dos grupos de trabajo de las mismos, concretamente el Grupo Español de Farmacia Pediátrica y el Grupo de PROA respectivamente”.
En opinión de
Leticia Martínez Campos, Secretaria científica de la SEIP, “las I Jornadas multidisciplinares de PROA pediátrico han sido fruto de un proyecto de colaboración de ambas sociedades científicas detrás del que llevamos ya mucho tiempo trabajando. Suponen para nosotros reafirmarnos en nuestro compromiso de
ofrecer la mejor calidad asistencial a los niños, y nos han permitido un intercambio muy importante de experiencias entre compañeros de diferentes disciplinas y comunidades. Nuestro balance desde SEIP es que el camino debe ser construir equipo y ya estamos pensando en las II Jornadas donde esperamos encontrar muchos equipos PROA trabajando en pediatría”.
En la jornada se han tratado aspectos tan destacados como
la utilidad de los indicadores microbiológicos,
clínicos y de utilización de
antimicrobianos en el desarrollo de estos programas en pediatría, así como dado a conocer y debatido sobre experiencias de éxito en la implantación y desarrollo de las actividades de sus PROAs pediátricos.
La necesidad de indicadores adaptados a Pediatría
Tras la presentación, en la que se han puesto de manifiesto la necesidad y los aspectos claves de la
implantación de programas para el uso prudente de antimicrobianos en población pediátrica, se ha desarrollado una primera mesa de indicadores, en la cual se ha puesto de manifiesto la necesidad de medir bien para trabajar mejor, destacando en las intervenciones que, “necesitamos
indicadores adaptados a Pediatría, una vez más los niños no son adultos pequeños”.
Posteriormente se han mostrado experiencias de éxito en la implantación de labores de PROA en unidades especiales, donde ha destacado
la utilidad de la protocolización del uso de antimicrobianos en cada uno de los procesos quirúrgicos, de la medición de la adecuación del manejo de los procesos infecciosos ambulatorios desde los servicios de urgencias, donde lo adecuado en muchos casos es no emplear antimicrobianos, y como en la hospitalización pediátrica en domicilio también puede beneficiarse en sus resultados finales del desarrollo de labores de PROA, quedando de manifiesto que, “el PROA debe y puede llegar a todas las especialidades y niveles de atención pediátricos”.
Tras la comida, se ha debatido junto con un panel de expertos sobre las claves para
la puesta en marcha de PROAs pediátricos a partir de los centros más avanzados, así como las mejores soluciones para aquellos que están dando sus primeros pasos. En opinión de los ponentes, “los inicios pueden ser difíciles, pero no hay que desfallecer en el camino. Hay que ir partido a partido”.
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