La
Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la
Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) tienen sus ojos puestos en la creación de una
especialidad única clínica y terapéutica que pueda
garantizar a los farmacéuticos de Atención Primaria una formación reglada.
La idea que manejan las sociedades con esta propuesta es la de poder trasladar a otros ámbitos la especialización que se ha dado en los hospitales. “El objetivo es crear un profesional que pueda ejercer tanto en el ámbito hospitalario, como en el de Atención Primaria y en el sociosanitario”, explica la
presidenta de la SEFH, Olga Delgado.
Es una situación que, explica Delgado, viene de lejos, aunque con la pandemia todo quedó parado. “Hace tiempo que los farmacéuticos que trabajan en Atención Primaria quieren tener la especialidad. El Ministerio también consideró tiempo atrás que una especialidad única clínica que pudiera ejercer en ambos ámbitos fuera lo más adecuado, más que crear una de Farmacia Hospitalaria y otra de Atención Primaria”, señala Delgado.
Ambas entidades han solicitado una reunión conjunta con el Ministerio de Sanidad, aunque todavía no se ha dado. “El siguiente paso es ese, que nos conceda audiencia para poner en común todas las posturas y ver qué política sería la más adecuada”, asegura la presidenta de la
SEFH.
Objetivos para una atención homogénea
La Sefap tiene claros los objetivos al plantear esta especialidad única. “Los profesionales que se acerquen por primera vez tanto a la Farmacia de Atención Primaria como a la Farmacia Hospitalaria van a necesitar una curva de aprendizaje. Como ahora no hay una formación reglada, esa curva puede depender de muchos factores”, explica
José Manuel Paredero, presidente de la Sefap. Con la especialidad única, se aseguraría un
“itinerario formativo ya establecido” y una
titulación oficial.
Según Paredero, debería ser “fundamental” para que el personal, cuando se acerque a los Servicios de Atención Primaria, los pueda recibir de manera
homogénea, algo que hoy en día “no ocurre”. “Puedes tener la suerte de ser atendido por un farmacéutico que pueda estar pendiente y te revise los tratamientos, o que eso no suceda. Entendemos que una de las formas más rápidas para eliminar estas desigualdades es con la formación reglada”, aclara.
Alternativas para plantear esta especialidad única
Existen dos alternativas para el planteamiento de esta especialidad única: a través de una especialidad que pueda agrupar a lo que hoy es
Farmacia Hospitalaria,
adicionando la Farmacia de Atención Primaria o la
modificación de la especialidad existente de
Farmacia Hospitalaria.
El presidente de la Sefap ha pedido además una
especial atención a los farmacéuticos de Atención Primaria que llevan décadas ejerciendo. “Necesitamos defender a esos profesionales que ya tienen esa formación por los años trabajados pero que no han acomodado plazas.
No nos podemos permitir como sociedad dejarlos vendidos”, insiste.
Para esto, Paradero plantea una
vía transitoria de acceso por la metodología y dinámica que les proponga el Ministerio para que estos profesionales puedan optar a ese reconocimiento de la titulación.
Las ventajas de una especialidad única
Los beneficios de esta especialidad única, aseguran desde SEFH, serían para todo el
Sistema Nacional de Salud. Para Olga Delgado es una
gran ventaja tener farmacéuticos con una formación sólida y clínica “en todos los niveles” que puedan dar soporte a la administración, profesores y pacientes.
Por parte de la
Sefap, los
beneficios para los pacientes son muy notorios. “Que puedan contar con un farmacéutico de Atención Primaria perfectamente capacitado para hacer las mismas funciones en todo el territorio nacional y con un alto nivel de formación”, asegura José Manuel Paradero.
En cuanto al SNS, Paradero entiende que
“va a ganar versatilidad”. Los especialistas estarían mejor preparados para los nuevos retos y les permitiría “orientar mejor su trabajo” de cara a futuro. “Tendríamos ventajas a todos los niveles”, concluye.
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